¡Llegó el fin de la pretemporada 2016! Tras ocho agotadores días de pruebas para equipos, pilotos, periodistas e incluso en ocasiones aficionados, los coches ya han terminado sus jornadas en pista y a partir de ahora tocará trabajar en la fábrica antes de mandarlo todo a Australia para la primera carrera del año. El octavo y último día de pretemporada de Fórmula 1 nos dejó varios puntos interesantes de mencionar, sobre todo en conjunción con lo visto anteriormente.
Por primera vez después de siete días y medio, la transmisión del Mercedes hizo que el W07 Hybrid fallara por primera vez de alguna forma. Eso son más de 5000km dados sin problemas importantes con los mismos componentes básicos -es evidente que sí hubo ciertas partes que fueron cambiándose aunque por la mayor parte se mantuvieron-. Vuelve a ser evidente, por si no lo era antes, que la dureza de sus motores y coches va a ser la mayor baza del equipo con respecto a sus rivales.
Ferrari tendrá la difícil misión de desafiar a las flechas de plata. Pero si durante los primeros días uno podía pensar que Mercedes estaba claramente por delante, las últimas dos jornadas de pruebas arrojaron todo tipo de dudas sobre esas afirmaciones. Ello se debe al ritmo que Sebastian Vettel mostró con neumáticos blandos y medios o incluso con los superblandos. El equipo italiano tiene el objetivo de ganar el título y para ello debe darle pesadillas a Lewis Hamilton y Nico Rosberg antes que nada.
Tras los dos grandes que todo el mundo espera, deben estar los de siempre. Williams ha trabajado claramente de menos a más y tras el día de ayer, las cosas pintaban muy bien. Lo que hace una semana era un anonimato prácticamente absoluto se convirtió en esperanza tras los últimos dos días, demostrando primero de todo que tienen velocidad para estar allí y luego que tienen también ritmo para hacerlo. El equipo, que sigue con los logos de Martini, seguirá siendo un factor a tener en cuenta.
Una situación distinta tiene Red Bull. Para el equipo de las bebidas energéticas, el 1:24 parece haber sido una barrera psicológica y aunque sin duda deben tener el ritmo para bajar de ese registro y estar donde se encuentra Williams -todo el mundo tiene claro que en Red Bull se guardan algo-, tampoco van sobrados. El motor Renault, rebautizado TAG-Heuer, tiene unos límites, sobre todo a principios de año. Si las cosas van bien, pueden mejorar durante la temporada pero sus comienzos serán duros. Por lo menos están arriba, donde les toca como mínimo.
Sus hermanos pequeños de Toro Rosso puede dar espectáculo. A lo largo del último día demostraron tener buena velocidad -aunque quizás menos de lo que los tiempos podrían hacer pensar-. Su ritmo en tandas medias y largas es bueno sin ser excelente y el motor les ha permitido dar muchísimas vueltas a pesar de ser la unidad de potencia 2015 de Ferrari. Pero no hay mal que por bien no venga y al usar un motor anterior, la fiabilidad es excelente, lo que ha ayudado a que den muchas vueltas.
Force India tuvo un último día complicado con problemas técnicos que limitaron su rodaje en el momento clave. Aún así, no parecen funcionar mal aunque habrá que esperar a Australia para verlo claro. Donde había voces que contaban ya con convencimiento que estaban a la altura de los mejores, ahora hay silencio. Nico Hülkenberg y Sergio Pérez deben tener una buena arma… pero tampoco exageremos, ¿no?
Renault y McLaren siguen en la posición similar y complicada de tener apoyo técnico suficiente y una fuerte cantidad de inero sin poder estar sacándole todo el partido que podría sacársele a lo que hay. El motor en ambos casos y el chasis en el caso del equipo francés hacen que los resultados sean «flojos». Ha habido mucho trabajo detrás -en particular en McLaren- y aún no está claro qué es lo que uno puede encontrarse en el famoso Albert Park. En dos semanas, todo queda resuelto.
Los farolillos rojos van a ser -a priori- para los dos equipos privados de Ferrari, Haas y Sayber, y Manor. Son tres equipos donde por situaciones económico-deportivas, no hay esperanzas de luchar por una victoria. Ni por podios, probablemente. Este panorama hace que competir no sea fácil, sobre todo porque evitar ser el último clasificado puede ser tan importante para el equipo como hacer una buena carrera. A Haas y Sauber les faltará -a priori- fiabilidad… pero es que a Manor también. No en vano ha sido el equipo que menos ha rodado. Nos quedan dos semanas de lectura entre líneas. ¿Ha traído las gafas de leer¿
