Desde la temporada 2008, no se observaba un ambiente tan optimista en el equipo de Faenza. Toro Rosso será nuevamente centro de atracción porque, más allá de las esperanzas promovidas desde esta pretemporada, sus pilotos apostarán por su futuro más inmediato y lo más interesante del asunto es que también en Red Bull ambas butacas estarán disponibles para 2017. Dependerá entonces de lo que realice cada quien en pista y de la capacidad para mantener la armonía dentro del box, nada fácil, sobre todo en la escudería de Milton Keynes, la cual atraviesa por un período de horas bajas, así que se podrá presenciar en este campeonato una lucha fratricida entre los pilotos por destacar y sobrevivir.
Es evidente que Toro Rosso es un equipo B cuyos objetivos son claros, no obstante, para esta temporada la escudería italiana luce muy atractiva por varios frentes, (apartando el término del ciclo Sainz Jr-Verstappen) el empleo del fiable propulsor Ferrari, las interesantes propuestas técnicas de James Key y la siempre equilibrada gestión de Franz Tost, son elementos de consideración para mantener, durante un buen tiempo, el foco mediático sobre el personal de Faenza.
Claro está que será difícil observar otra victoria de un Toro Rosso y casi imposible que alguno de sus pilotos aspire al título, pero indudable son las virtudes del equipo italiano para impulsar talento joven. Toro Rosso tiene una filosofía bien definida, nada que ver con Minardi, una sólida administración y un sobresaliente departamento técnico han llevado a los italianos a obtener los mejores resultados con el menor presupuesto.
Como es tradición, las actuaciones de Toro Rosso afectarán a Red Bull en lo interno. Ahora, tanto Daniil Kvyat como Daniel Ricciardo sentirán constantemente la presión de no continuar en el equipo. Nada sencillo, sobre todo si se analiza que, con la excepción de Sebastian Vettel, ningún otro piloto fuera de la órbita de Milton Keynes ha trascendido en la Fórmula 1. Inédito sería el caso de que Max Verstappen desestime la opción de ir a Red Bull para preferir la oferta de un equipo más competitivo…y esa posibilidad es muy lógica.
Es harto conocido que Helmut Marko no cree en pasiones a la hora de promover o rechazar pilotos. Su criterio siempre ha sido firme, por ello no tendría nada de extraño la opción de prescindir de Daniel Ricciardo. El “veterano” del grupo disputará su sexta temporada y como estandarte de Red Bull en 2015 dejó muchas dudas acerca de su capacidad para gestionar un equipo e incluso imponer liderazgo.
Si Daniil Kvyat, en su segunda temporada, fue capaz de superar a Ricciardo en el campeonato, considerando que el australiano está bajo contrato hasta este año, no es de extrañar que el ruso prosiga su ascenso y sea quien permanezca en la escudería. Acá se debe estar claro que el talento mostrado por Max Verstappen y su reiterado impacto mediático será decisivo para descartar pilotos. Luce inevitable una sentencia favorable sobre el porvenir del holandés y difícilmente eso pase por no tentarle con un asiento y privilegios en Red Bull Racing o dejarlo en libertad sin nada a cambio. La segunda opción sería de lo más insensata.
Solo se debe observar que después de Sebastian Vettel, las mejores estadísticas, en cuanto a desempeño con un Toro Rosso, las tiene Verstappen. Puntos en una temporada (49), mejor resultado en carrera (cuarto lugar) y mejor ubicación en un campeonato (duodécima), topes alcanzados en su primera participación, y a la edad de 17 años. Ni Ricciardo ni Kvyat se aproximaron a tales números con el equipo.
El destino del joven Verstappen se pronostica brillante, dejó de ser una promesa para transformarse en realidad en una sola temporada, y sus ambiciones son ganar carreras y títulos. Por estricta lógica sería bajo el amparo de Red Bull, pero el problema acá es que los de Milton Keynes lucen desarmados para enfrentar a Ferrari y a Mercedes. Red Bull es un equipo cliente en una Fórmula 1 dominada ampliamente por las escuderías oficiales. El holandés tiene tiempo de sobra, pero estará interesado en permanecer varios años en un equipo que no es rival de consideración. Lo veremos.
Aparentemente, ni Verstappen ni Sainz Jr. están para extender su aprendizaje en Toro Rosso. Para Helmut Marko, los resultados deben ser inmediatos ya que la filosofía de Red Bull siempre ha privilegiado la juventud por sobre la experiencia, se aclara que David Coulthard y Mark Webber en sus años provenían de Jaguar, así que la tendencia debe mantenerse tal cual. Por esa razón indico que el asiento de Daniel Ricciardo, a sus 26 años, sería el de mayor riesgo.
La opción de Carlos Sainz Jr. para mantenerse en la estructura pasa por vencer a Max Verstappen, exhibirse como piloto de equipo y mantener la distancia con respecto a los medios que deambulan por su entorno con la única finalidad de polemizar. Solo basta con recordar lo sucedido a Jaime Alguersuari para no transitar el mismo camino, aunque nadie aprende con la experiencia de los demás.
Sainz Jr. debería cultivar otras virtudes que luzcan atractivas a los jefes de escuderías para demostrar que su desarrollo como profesional seguirá avanzando con Red Bull o sin ellos. Porque más allá del talento en pista, la discreción, el asumir responsabilidades, el compromiso con el equipo, la motivación al grupo, la comunicación con el personal, el liderazgo y la armonía en la convivencia son características muy buscadas en un piloto. Gran error sería, en su posición, señalar públicamente a otros si los resultados no son los esperados, creyendo que tal acción abrirá puertas.
Red Bull experimenta una encrucijada en diversos ámbitos, la problemática con su actual proveedor de motores y el ir y venir de Adrian Newey en el área técnica son un lastre muy grande para un equipo con aspiraciones. Por tal razón, Toro Rosso, ahora mismo, representa un mejor ambiente para progresar. No sería extraño observar a los «toros pequeños» avanzar con firmeza en el grupo de media tabla mientras Red Bull enfrenta adversidades, porque es obvio que los avatares de la actual temporada, con el mercado de pilotos listo para explotar a mediados de año, les afectará de forma directa. Red Bull dejó de ser la mejor escudería y en Milton Keynes lo saben mejor que nadie, así que retornar a la cima no será sencillo si no gestionan correctamente los recursos disponibles, algo que hacen muy bien en Faenza.