Perdonad el titular tan contundente, pero para comer necesito que sea lo suficientemente atractivo como para que pinchéis en él. En todo caso, no falto a la verdad. No me gusta el acuerdo al que ha llegado RTVE con Movistar para la emisión parcial del Mundial de Fórmula 1 2016 (o mejor dicho, el Gran Premio de España y resúmenes del resto de carreras). Una cosa es ser aficionado al motor y otra muy distinta tragar con todo.
Mi principal reticencia es que esto parece un rescate público a una inversión fallida por parte de Movistar. Se hicieron con los derechos del Mundial de Fórmula 1 en exclusiva a partir de 2016 y prometieron contenido de calidad durante dos años (algo discutible, por cierto). Ahora que no tienen competencia alguien ha visto que no cuadran las cuentas, recortan presupuesto en su propio canal temático y ven cómo la televisión pública adquiere los derechos una vez los canales privados rechazaron pujar por ellos.
Por supuesto, existe una ley que obliga a la emisión del Gran Premio de España por ser de «interés general». Pero esa misma ley no dice por ningún lado que sea RTVE quien deba acudir al rescate, explica que la responsabilidad es del propietario de los derechos televisivos e incluso bajo una lectura algo torticera deja la puerta abierta a que al haber ya un canal en abierto territorial emitiendo el GP (TV3), no sea necesaria la emisión en el resto del país por imperativo legal.
También habrá quien piense que, oye, quizá el precio de venta de estos derechos parciales era tan bajo que suponía una ganga para TVE. ¿Entonces por qué Atresmedia y Mediaset huyeron de ellos como de la peste? El paquete adquirido tan sólo asegura dos o tres millones de espectadores un domingo a mediodía en mayo y picos de audiencia para Teledeporte los domingos por la tarde. ¿Dónde queda el beneficio para TVE? No supondrá impacto alguno en las audiencias globales de TVE. Además he de volver a insistir en que hablamos de una cadena pública con el cinturón apretado (al cuello) que este año tiene un Tourmalet que escalar, los Juegos Olímpicos de verano. Y no a tres horas de vuelo como en 2012, sino en Rio de Janeiro.
¿Por qué TV3 sí y TVE no? La pregunta es razonable, pero no me parece una locura tan grande que TV3 emita Fórmula 1 porque llevan haciéndolo veinte años. Hay una tradición, los espectadores esperan que ellos cubran en cierto modo esta competición. Como todos esperamos que TVE haga con los Juegos Olímpicos, el Tour y la Vuelta o el Dakar. Y no se trata de seguir la tradición por seguirla, cueste lo que cueste, sino que TVE cuenta con una base de aficionados fiel. Estoy convencido de que si Telecinco nos plantase exactamente para el Dakar la misma cobertura que Teledeporte lleva haciendo los últimos tres años ardería Troya y obtendría aún peor audiencia.
He de añadir que los precedentes de derechos compartidos entre Televisión Española y canales de pago no son halagüeños. Si sois aficionados al baloncesto estoy seguro de que lo entenderéis. La cobertura de la Liga Endesa hace aguas, con un nulo cuidado del producto, ausencia de previos, ausencia de post-partidos, falta de cobertura durante la semana… Si el argumento principal para justificar la presencia de Fórmula 1 en TVE es que así al menos la competición seguirá apareciendo en abierto, no lo compro. A ver si no terminará haciendo efecto bumerán por devaluación del producto.
Pero vamos, que nadie me malinterprete. Celebro que se emita motor en abierto. Y que TVE apueste por el motor, habiendo adquirido también en los últimos tiempos los derechos de la Fórmula E. Lo que me planteo es si de verdad merece la pena una inversión de este calibre (700.000€ según MARCA, 300.000€ pagará TV3 según ese mismo artículo) por un producto deficiente (un GP y veinte resúmenes, no lo olvidemos), de poco impacto en las audiencias (no fidelizará y no arrastrará público a otros programas como el fútbol en prime time) y que en el fondo es una inversión fallida de Movistar que estamos rescatando entre todos.
Dicho esto, toda la suerte del mundo a los profesionales de RTVE a quienes les caiga el marrón.
Vía | MARCA
Foto | Pirelli