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¿Qué le falta a McLaren para volver a ser grande?

«Que les quiten lo bailao» es una buena forma de hablar de McLaren hoy en día. Reconozco que el titular es desafortunado -a propósito- porque pase lo que pase, McLaren no puede dejar de ser grande. Un equipo con su historia y sus resultados siempre lo va a ser, independientemente de su destino. Pero lo que está claro es que a día de hoy el equipo de Ron Dennis está lejos de vivir su mejor momento. No hablamos solo en términos deportivos sino también en lo que se refiere a su economía o incluso a su imagen.

En años recientes, McLaren ha sido víctima de malos resultados deportivos, unos resultados que tienen explicaciones razonables en la mayoría de casos y por lo tanto puede esperarse una reacción. Aún así, los malos resultados suelen tener otras consecuencias y actualmente el equipo de Woking está pasando por una mala racha tanto en términos deportivos como económicos. Puede que sea un mal momento para afirmar esto último, con la llegada de Calsonic al equipo -no habrá narices de pintar los coches de azul, ¿no?- pero sigue siendo su realidad.

Afortunadamente para ellos, en McLaren cuentan con el apoyo del grupo tecnológico, que puede soportar una situación económica difícil del equipo de Fórmula 1 durante algunos años sin sufrir demasiado. Pero la realidad es que el dinero también se termina y si la competición no genera ganancias y usa dinero de otras partes de la empresa, la situación puede acabar volviéndose insostenible. Así, la realidad es que a McLaren le faltan resultados y billetes. Son dos elementos que suelen ir de la mano… aunque no necesariamente en este caso.

Pero seamos honestos. Está claro lo que les falta a McLaren: potencia. El equipo tiene a dos campeones del mundo que podrán ir mejor o peor pero mal lo que se dice mal, ni de broma. Tienen a un equipo técnico impecable y a uno de los aerodinamistas más codiciados de los últimos años -Peter Prodromou, que llegó en 2015 procediente de Red Bull-. Tiene dinero -a través del grupo tecnológico, pero lo tiene- y una dirección de las más ordenadas del mundo del automovilismo.

Está muy bien tener todo eso pero no se puede ganar sin un buen motor. Ojo, que digo un buen motor. Sí se puede ganar sin un motor fantástico, tal y como demostró Red Bull entre 2010 y 2013. Porque aunque la Fórmula 1 ha cambiado mucho con la llegada del turbo y ahora los motores -perdón, unidades de potencia- son mucho más importantes que en el pasado, la realidad es que el propulsor francés no era precisamente el mejor de la parrilla y el Red Bull fue siempre un coche fantástico.

Pero si el motor no llega a un mínimo, ni un gran chasis y aerodinámica pueden salvar el conjunto. El tema del motor Honda es un tema muy socorrido, sudado y hasta cansado. Pero lo es porque es la realidad. Está muy bien justificarlo con la explicación de que no se puede entrar con las normativas actuales e ir bien en un año. Incluso tiene lógica decir que el poco tiempo en pista impide mejorar todo lo que los fabricantes querrían. ¡Si es que es la verdad! Pero en la Fórmula 1 no sirven las «excusas», solo el cronómetro.

Lo que vemos es que el binomio McLaren Honda lo pasa mal y que los mayores problemas vienen del motor japonés, que en 2015 tuvo problemas graves de fiabilidad y que en las pruebas de 2016 se ha mostrado algo mejor en ese aspecto… aunque sigue con velocidades puntas muy inferiores a las de los rivales. No, el chasis de McLaren no es una maravilla. Ni lo era el MP4-30 ni lo debe ser el MP4-31. Pero es que sin un motor que haga que el coche corra lo que debe correr, no se puede trabajar adecuadamente en el chasis.

Aún así, nos acordamos de la temporada 2014 y eso nos hace preguntarnos cosas. McLaren contaba entonces con motores Mercedes, aunque seguro que la marca alemana era reacia a dar las últimas especificaciones a un compañero que sabían que dejaba de estar con ellos en 2015 con la llegada de Honda. Además, esto les quitaría las ganas a los chicos de Mercedes de compartir información, con tal de evitar que los japoneses pudieran aprovecharse de ello. Pero aún así, con ese motor Mercedes, los resultados no estuvieron a la altura.

No hay que olvidar que al final el rendimiento del chasis y la aerodinámica es algo matemático. A más horas en el túnel de viento, más rendimiento ganado. Todo esto cuesta dinero pero… McLaren lo tiene. A diferencia de otros equipos que no tienen liquidez y por lo tanto se ven anclados en una situación insostenible, McLaren tiene la posibilidad de huir de una situación nada agradable. «Solo» necesita hacerlo con relativa presteza, para no acabar con las reservas económicas que el McLaren Technology Group está dispuesto a compartir.

Potencia. Caballos. Motor. Fuerza bruta. Eso es lo que necesita McLaren para volver a lanzarse a por la reconquista de su verdadero lugar en el automovilismo y en la Fórmula 1. A fin de cuentas, los motores son los corazones de estas máquinas y laten lo más fuerte posible bombeando gasolina para que los coches puedan ser rápidos y alcanzar las victorias para las que se supone que son diseñados. Sin duda, un buen motor traerá resultados y los resultados, generarán interés de las marcas comerciales.

Si McLaren consigue generar ese interés que les ha faltado en los últimos años -apenas hay patrocinadores en la carrocería del MP4-31-, estará dando un gran paso para recuperar una imagen que siempre fue la de un equipo fuerte. Era McLaren quien rechazaba a patrocinadores o incluso ponía las condiciones a la hora de negociar. Las marcas tenían que dejar sus colores para cuadrar dentro de la decoración del equipo. Hoy en día, no hay apenas logos en el coche. ¡Menudo cambio!

Con un mejor rendimiento y más dinero que asegure el buen futuro del equipo, McLaren puede volver a ser grande. Que bueno, no es que no lo sea a día de hoy pero sí es cierto que para el segundo mejor equipo de la historia de la Fórmula 1 en términos de números, lo que le vemos hoy en día es poca cosa. En cualquier caso, el camino es uno. Diantres, al final tanta palabra para acabar llegando a la misma conclusión que todos tenemos clara desde principios del año pasado: A McLaren lo que le falta es potencia.

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