Ya tardábamos en leer declaraciones desde Red Bull en el sentido de que otros equipos abusan o sacan ventaja de su posición de poder en la Formula 1. Lejos quedan ya los años en que Red Bull partía la pana y dominaba a placer con los cuatro campeonatos del mundo consecutivos logrados por Sebastian Vettel, y quizás por esto mismo ahora surgen las voces interesadas en el seno de la escudería, poniendo de manifiesto que lo mejor para el deporte sería un motor independiente y no depender de los grandes constructores.
Para Dietrich Mateschitz, el poder que tienen Mercedes y Ferrari dentro y fuera de la pista está en contra de la F1. Digamos que en F1 existen cuatro constructores, Mercedes, Ferrari, Honda y Renault, que tienen su propio equipo y que tienen a su vez clientes (menos Honda, de momento). Es lógico que los clientes tengan la mosca detrás de la oreja porque pueden pensar que los motores que reciben no son pata negra, y de hecho dependiendo del cliente no lo son, son de la temporada pasada.
Pero esta es la F1 actual, y no es nada nuevo, en realidad. Si tuviésemos un Mugen, un Hart, un Cosworth,… oye pues tendríamos de nuevo equipos menores motorizados por independientes, y quizás un monoplaza con un chasis excepcional, como puede ser Red Bull (del que ellos mismos dicen que es una obra de arte, lo mejor producido jamás por la factoría) podría vencer. Así lo hicieron durante su etapa de dominio, pero ahora se ven en clara inferioridad de condiciones ya que el motor es más decisivo que antaño.
No es nada inesperado leer las declaraciones de Mateschitz. Ellos piensan que una pequeña parte del «circo» está controlando el futuro del deporte, y no están por la labor de seguirles el juego:
El poder que tienen Mercedes y Ferrari no hacen bien a la F1.
[…]
Todo está muy abierto ahora [sus contratos de motores terminan a final de temporada]. Definitvamente no pelearemos por el quinto en los próximos cinco años. Si no tenemos un motor competitivo tras 2016 no tendremos más opción que considerar nuestro futuro. La F1 no es el Tour de Francia, y tened por seguro que nosotros no vamos a jugar un papel de actores de soporte.
No quieren ser segundones, y lo entiendo perfectamente. Red Bull es una escudería que en 10 años consiguió todo lo que se puede conseguir en F1: debutar, conseguir victorias y campeonatos de pilotos y de escuderías. No existen muchos precedentes de escuderías tan explosivas, y lo lógico es que mantengan una cierta dignidad. Incluso tienen una escudería «escuela» que, por azares del destino, puede que les den sopas con honda esta temporada.
No todos los equipos, ni todas las estructuras, pueden conseguir lo que ha conseguido el entorno Red Bull en tan poco tiempo.
Lo que les queda este año es tratar de sacar el máximo rendimiento a su motor y a su obra maestra, el RB12, e intentar quedar terceros en constructores y vencer a todos los equipos cliente de los grandes, y a poder ser con Toro Rosso al lado, para quien pronostican entre un cuarto y un sexto puesto en constructores, algo que parece muy razonable. Cómo cambian los tiempos, ¿verdad?
Vía | Autosport