Este año será muy importante para todo aquel aficionado a la firma de los cuatro aros que se precie. Tras casi tres décadas encerrada en algún lugar oscuro, Audi Sport volverá a dejar salir a la bestia. Con motivo del Eifel Rally Festival, la marca de Ingolstadt regalará a los aficionados un sonido prácticamente inaudito: el del prototipo que construyeron destinado a suceder al gran Audi Quattro S1 del Grupo B, su Grupo S.
Lo cierto es que el concepto Gr.S pasó de puntillas por nuestras vidas. Muchos ni siquiera habíamos nacido cuando en 1985 la FISA (Fédération Internationale du Sport Automobile) empezó a buscar un recambio natural para unos Grupo B que ya estaban llegando a unos desarrollos peligrosos. Los denominó Grupo S, proveniente del termino en francés de ‘Silhouettes’, y seguían el mismo camino de brutalidad que estaban alcanzando los Lancia Delta S4, Audi Quattro S1 o Peugeot 205 T16.
Además de las ventajas en cuanto a homologación, la Federación reducía las 200 unidades de serie que se necesitaban para un Gr.B a sólo 10 en el caso de los Gr.S y se debía renovar cada año ya que caducaban al final de cada temporada, las mecánicas sufrían numerosas modificaciones. La potencia iba a ser en principio limitada a los 300 CV por petición expresa de los fabricantes. Suficientes si tenemos en cuenta que iban a ser utilizados para propulsar pequeños coupes de motor central, realizados con carrocerías ligeras a base de composites y grandes alerones que permitieran tener un mayor paso por curva. También con tracción total, se esperaba que estos nuevos coches tuvieran una relación peso/potencia incluso mejor que sus antecesores.
En el caso del Audi, se espera que contará con un motor 1.2 turbo para 1.000 kilógramos de peso mínimo (marcado por el reglamento). El proyecto era tan secreto que ni el propio presidente del Grupo Volkswagen conocía de su existencia. Sólo una unidad sobrevive al paso del tiempo, la cual se encuentra en el museo de Ingolstadt y que tan sólo cuenta con 12 km en su cuentakilómetros. Prácticamente una veintena de personas conocían de su existencia hasta que el prototipo en cuestión fue cazado en marzo de 1985 en un test en Austria. Sobre él se escribieron muchas fabulas, algunas de ellas incluso decían que sería capaz de llegar a los 1.000 CV de potencia.
Finalmente, los desgraciados accidentes mortales ocurridos entre 1985 y 1986 echaron atrás a la FISA, la cual decidió retirar a los Gr.B del Mundial de Rallyes (muchas unidades encontraron otros campeonatos como el Dakar o el Europeo de RallyCross para seguir corriendo) y prefirieron buscar unos sustitutos mucho más dóciles con la figura de los Grupo A. Ahora, tras casi treinta años a la sombra Audi volverá a sacar a su Quattro Grupo S a las calles, tal y como ha hecho Lancia con su ECV1 (alguno ya en manos privadas) en las ocasiones especiales.