Está muy cerca de empezar la temporada del Mundial de RallyCross con mayores novedades y nombres propios de la corta historia de este campeonato. Si nombres como Solberg, Block o Loeb no eran suficientes, además del estreno del nuevo Ford Focus RS RX oficial o la llegada de una versión Supercar del SEAT Ibiza, Volkswagen se ha propuesto dar un nuevo aliciente para que estemos muy atentos a la actualidad de esta disciplina: quieren construir un Supercar eléctrico.
Los recientes escándalos que han azotado el nombre de los de Wolfsburgo les han hecho adoptar una estrategia aún más agresiva en cuanto a las tecnologías de movilidad sostenible, o lo que ellos denominan ‘think blue’. Además de estar cada vez más presentes en la Fórmula E (los logos de Volkswagen son cada vez más visibles en los monoplazas de ABT), se suma la petición realizada por los alemanes a los organizadores del World RX para la construcción de un coche de la categoría reina alimentado por baterías.
La confirmación ha venido de la mano del jefe de tecnología de Volkswagen, Frank Welsch, en declaraciones concedidas a la revista Autocar. Según él, las cortas carreras de esta disciplina (la final, que es la carrera más larga no suele llegar a los 10 minutos) puede permitir que el RallyCross se convierta en el mejor escenario para el desarrollo y la promoción de esta tecnología. El tiempo entre las diferentes rondas, puede ser suficiente para recargar las baterías, sin tener que utilizar un sistema de dos coches como el que se utiliza en la Fórmula E.
Actualmente Volkswagen compite en el Mundial de RallyCross a través de un equipo semioficial con los Volkswagen Polo 4×4 T16 Supercars (motor 2.0 Turbo) desarrollados por el equipo Marklund y en el GRC, del que fueron campeones en 2015 utilizando los eficientes Beetle 1.6 Turbo en los que también colaboró en su montaje SEAT Sport y que actualmente mantienen y evolucionan los estadounidenses de Andretti Autosport. Desde luego, un Supercar eléctrico sería algo exótico, tal vez bueno para el campeonato, pero no creo en la sustitución total de los motores de combustión interna y sí en la convivencia. Al fin y al cabo, uno de las características de estos coches es precisamente eso, el sonido de los apretados motores turbo que inunda cada rincón del circuito.
Ciertamente puedo imaginar un campeonato con coches eléctricos. Las carreras son de unos seis minutos de duración, lo que permite carreras cortas y de mucha intensidad y luego recargar. Hoy estos coches son muy potentes, tienen un infernal par y utilizan tracción total. La transmisión eléctrica podría encajar. Si el campeonato se moviera hacía esa dirección, sería perfecto para nosotros. Ya estamos en conversaciones con los organizadores al respecto de este tema.