Donde dije digo, digo Diego. La Fórmula 1 se ha convertido durante los últimos años en una cuestión de prueba y error en búsqueda del atractivo perdido y buena muestra de ello está siendo este inicio de temporada que nos está tocando vivir. Los que tienen voz en el Gran Circo se han reunido esta mañana en Melbourne con el objetivo de discutir qué pasará ya en el próximo Gran Premio de Bahréin en cuanto al formato de clasificación y algunos cambios en la utilización de la radio entre pilotos y equipos durante las carreras.
Y la decisión ha sido la que se esperaba. A falta de que la FIA y la Comisión de la Fórmula 1 den el visto bueno, el primer fin de semana de abril en el circuito de Sakhir se volverá al formato anterior de sesión de clasificación, desechando por completo la idea de eliminación cada 90 segundos que tal y como se vio ayer, no dio el resultado esperado. Prácticamente nadie fue ajeno al espectáculo tan dantesco que deparó el primer sábado del año.
La otra decisión tomada es la de la modificación en los mensajes que se permitirán entre los pilotos e ingenieros durante la carrera a través de la radio. A pesar de que la FIA había realizado una lista en la que apenas había 24 ‘conversaciones’ permitidas por el nuevo reglamento, la Federación ha cedido, abriendo un poco la mano y permitiendo nuevas comunicaciones entre los participantes y el muro acerca de las estrategias de neumáticos a seguir en carrera.
En este caso, la implantación de dicha modificación de la normativa será de efecto inmediato, por lo que los pilotos podrán aprovecharla ya en este Gran Premio de Australia que ha comenzado hace sólo unos minutos. Un nuevo ejemplo de los vaivenes de esta Fórmula 1 actual, en la que parece que no se medita lo suficiente las medidas a seguir. Como ya he dicho en el pasado, el sistema que parece seguir el Gran Circo durante la última época, es la de: implantación precipitada, error, escandalo, pérdida de imagen y finalmente vuelta a la normativa anterior… Y así, sucesivamente.