Vale que no son unos debutantes al uso, pero ni ellos mismos hubieran apostado por un resultado como este. Haas entra en el Mundial de Fórmula 1 por la puerta grande gracias al sexto puesto cosechado este domingo por Romain Grosjean en el Gran Premio de Australia 2016. El equipo estadounidense no realizó paradas en boxes y al aprovechar la bandera roja por el accidente de Alonso y Gutiérrez alcanzó una posición que ya no dejó escapar hasta la bandera a cuadros.
Después de fallar estrepitosamente en su cálculos el sábado y quedar relegados al fondo de la parrilla el inicio de carrera de Haas no fue especialmente destacado, rodeando al Manor de Rio Haryanto mientras por delante se escapan Pascal Wehrlein y los Sauber. La cosa se agravó aún más con problemas de motor en el monoplaza de Esteban Gutiérrez, pero la decisión de ir a una sola parada terminó haciéndoles ver el cielo abierto.
Obviamente esa estrategia influyó en el golpe del mexicano con Fernando Alonso, pero la consiguiente bandera roja permitió a su compañero Romain Grosjean, situado en sexta posición, realizar su único cambio de neumáticos totalmente gratis, montando medios como los Mercedes. Quedaba por ver si aguantarían el ritmo de los de cabeza y lo hicieron a las mil maravillas, con Nico Hülkenberg y Valtteri Bottas incapaces de meter mano al monoplaza del francés, exultante nada más cruzar la bandera a cuadros.
Así Haas se convierte en el primer equipo que arranca de cero y puntúa en su primera carrera desde que Toyota en 2002 lograra igualmente un sexto puesto en Albert Park. No deja de ser una anécdota, pero tratándose de un resultado totalmente achacable a la estrategia no está de más mencionar que una mujer es la máxima responsable de este apartado en Haas: Ruth Buscombe, procedente de Ferrari.
Foto | Haas F1 Team