No hay ninguna razón para involucrar al halo en todo lo que se refiere al accidente de Fernando Alonso, al menos por el momento. Según Jenson Button, una etapa tan temprana del desarrollo de ese nuevo sistema de seguridad para proteger la cabeza de los pilotos y habida cuenta de que Fernando Alonso salió ileso del accidente, criticar o intentar utilizar esta colisión y el vuelco como una prueba en contra del halo no tiene sentido. Para el piloto inglés, con el halo habrían tenido que colocar el coche antes de sacar a Alonso, pero como el piloto estaba perfectamente, no le ve tanto problema porque para él lo importante es la protección de la cabeza.
Soy consciente de que esta declaración de intenciones puede traer cola. Es cierto que el McLaren de Fernando Alonso quedó completamente destrozado; quedó volcado casi boca abajo, y Alonso salía por su propio pie lo antes posible «para no preocupar a los que estaban en casa». Es verdad que con el halo seguramente tendría menos espacio para salir y tendría que haber esperado a las asistencias, y todo habría sido más angustioso y con un ambiente más tenso desde nuestras casas (recordemos el canguelo y la incertidumbre tras el accidente de Carlos Sainz en Sochi).
Sin embargo, y tal como comentaba Pedro de la Rosa ayer en el «post carrera», la rueda delantera derecha del McLaren rozó, o pasó muy cerca de la cabeza de Fernando Alonso. No pasó nada, y las medidas para evitar que la rueda se descontrole funcionaron, pero seguramente con el halo estaríamos seguros al 100% de que esa rueda, por mucho que se moviese, jamás daría a la cabeza del piloto.
Como es normal, y ante un accidente de la envergadura del sufrido ayer por el asturiano, es lógico sacar a la palestra lo del halo. Pero hay que ir un poco más allá, y por eso me parece que el punto de Button es bastante coherente. ¿Tenemos en la actualidad problemas con fugas de combustible o incendios tras las colisiones? La verdad es que no, de hecho. Hay que recordar además que lo que vimos en la pretemporada no es lo que tendremos el año que viene: el sistema sigue en desarrollo.
Es necesario aprobar un modelo definitivo, homologarlo y pasar todas las pruebas de seguridad, pero lo que es más importante es que hay que diseñar nuevos protocolos de extracción; hay que poner en marcha nuevas medidas para que los pilotos sean capaces de evacuar el monoplaza en pocos segundos, una exigencia crítica que existe desde hace años, y que habrá que clarificar y garantizar aunque exista el halo (que debería ser desmontable o eyectable, aunque esto último no parece tan seguro).
En definitiva, mi voto es a favor de las declaraciones de Jenson Button porque estamos construyendo teorías sobre bases que no están todavía definidas. Es más que evidente que los responsables de la homologación tendrán en cuenta diferentes casos como los vuelcos en todas las posiciones y el estado de los pilotos (ileso, consciente pero lesionado, inconsciente, y toda la gama de estados intermedios y extremos).
La realidad: ayer Fernando Alonso salió ileso de un accidente fortísimo, y no hubo ningún halo del que preocuparse. En mi opinión, las últimas medidas de seguridad introducidas para la seguridad del piloto siempre funcionaron bien, léase HANS o los laterales del cockpit sobredimensionados. ¿Por qué pensar tan en negativo en cuanto al halo?
Vía | Autosport