Representantes de la firma sueca indicaron que su programa de competición contemplaba un retorno al Campeonato Alemán de Turismos, pero al final se han decidido por permanecer con sus equipos oficiales tanto en la V8 Supercars como en el Campeonato Mundial de Turismos. Volvo ya estuvo en el DTM y alcanzó el título en 1985 con el célebre 240 turbo, pero ahora argumentan que los intereses comerciales de la marca apuntan hacia otras prioridades.
Alexander Murdzevski Schedvin, vicepresidente del departamento deportivo de Polestar, manifestó que Volvo solo considera ingresar en competiciones en las cuales los reglamentos técnicos resulten atractivos para la proyección de la marca en los mercados internacionales. Por ello, la primera opción es el WTCC, con el Volvo S60 TC1 de cuatro cilindros; y la segunda opción el campeonato australiano de Turismos con el Volvo S60 V8SC.
Un nuevo reto en el DTM podría ser muy bueno. Hace unos 30 años ganamos el título, pero ahora competimos en el Mundial de Turismos que representa un nivel de mayor impacto. También tenemos presencia en la V8 Supercars porque allí hay potencial publicitario para el mercado norteamericano. El título es nuestro objetivo principal en ambos campeonatos, así que por ahora solo nos enfocaremos en ellos.
Vía | speedweek