En reciente entrevista, y con motivo de recibir el Premio Leonardo Da Vinci como mejor diseñador italiano del 2015, Aldo Costa rememoró sus inicios en la competición con Fiat, su paso por Minardi y sus 16 años junto a Ferrari, de donde salió de forma traumática en la temporada 2011. Ahora admite que en su nueva etapa profesional, como jefe de diseño de la escudería Mercedes, disfruta el éxito cada vez que sube al podio a recoger el trofeo del coche ganador.
El ingeniero italiano recordó que su pasión por la Fórmula 1 nació al observar a Niki Lauda correr para Ferrari. Por tal razón no lo pensó mucho cuando era estudiante, en su etapa de tesista, y un profesor de la Universidad de Bolonia le presentó la opción de realizar sus investigaciones en Ferrari Gestione Sportiva. Allí pudo estar en contacto real con la Fórmula 1 y con un ingeniero de la talla de Giampaolo Dallara, quien posteriormente le ofreció la oportunidad de pertenecer al proyecto Abarth.
Desde ese momento su carrera despegó y ganó notoriedad pues fueron los años cuando el icónico Lancia Delta Integrale irrumpió en los Mundiales de Rallys. Pero no pudo resistir la oferta de la escudería Minardi para ingresar en sus filas y estar en la Fórmula1. Comentó que en ese momento nadie en Abarth entendió la decisión de separarse de un proyecto ganador del Grupo Fiat para ingresar a un equipo desconocido que operaba con recursos y personal muy limitados.
Sin embargo, el tiempo le ha dado la razón. Su trabajo en Minardi llamó la atención de Rory Byrne y de Ross Brawn, quienes en nombre de Ferrari solicitaron los servicios del ingeniero Costa. Lo demás es historia reciente, su ascenso desde el área de diseño de chasis hasta asumir la jefatura del departamento técnico de la escudería italiana fue vertiginoso. Recuerda que fue la época de los grandes resultados con las gestiones de Michael Schumacher, Jean Todt y todo el equipo humano que encadenó tantas victorias y títulos.
Pero luego confesó que todo cambió a partir de 2010 y por ello tomaría la difícil decisión de irse de Ferrari en 2011, tras 16 años en el equipo. El tiempo de nuevo le ha dado la razón porque en Mercedes ha sido pieza importante para que la escudería alemana asuma el liderazgo de la Fórmula 1.
Cuando las cosas no salen según lo planeado, los líderes de una empresa a menudo deciden cambiar a la gente que creen prescindible, y justo cuando en Ferrari me apartaron de la dirección técnica, de inmediato formalicé mi renuncia. Luego surgió la oportunidad de estar con Mercedes y lo pensé mucho porque no parecía simple. Trasladarme al extranjero, a los 50 años y empezar de nuevo, no sería fácil. Pero allí estaban Ross [Brawn] y Michael [Schumacher] y por esa razón acepté.
Vía | it.motorsport