A pesar de que se vendió como real la posibilidad de mantener los dos proyectos en dos campeonatos mundiales de forma paralela, lo cierto es que el rendimiento de Citroën en el Mundial de Rallyes se vio seriamente perjudicado por la entrada de la firma francesa en el WTCC. Tan sólo una victoria en dos temporadas, la de Kris Meeke en el Rally de Argentina y gracias en gran parte a la debacle de Volkswagen y sus problemas con el diseño de las cabezas de los pistones. Ya no quedaba ni rastro de la racha victoriosa mantenida por los de los dos chevrones durante una década. Ahora es el turno de volver.
Aunque muchos apuntan a que Toyota es la gran esperanza a acabar con el dominio, los cambios en el proyecto encabezado por Tommi Mäkinen y la escasez de pilotos disponibles actualmente (o con contratos que terminen este año), hace que sea Citroën el equipo que realmente parta como principal alternativa para la temporada 2017, año en el que entrarán los nuevos reglamentos técnicos para los World Rally Cars y en el que los de Versalles volverán como equipo de fábrica tras esta temporada sabática.
Volverán con los pasos bien marcados: luchar por las victorias la próxima campaña y por los títulos en 2018, sabedores que la ventaja que actualmente ostenta Volkswagen sobre el resto de los coches será igual de difícil de neutralizar que lo está siendo en el caso de Mercedes AMG en la Fórmula 1. El cierre del programa en el WTCC y las líneas claras que está tomando el Grupo PSA respecto a lo deportivo (con Peugeot centrada en el Dakar y DS en la Fórmula E) facilitarán la transición. También lo hará el presupuesto, que volverá a emplearse íntegramente en el WRC y que recuperará cifras de la temporada 2012 tal y como confirmaba Yves Matton al diario L’Equipe en unas declaraciones concedidas en el día de ayer.
En dichas líneas, el belga confirma que los test con el nuevo World Rally Car (previsiblemente sobre la base de la siguiente generación del C3) empezarán el próximo mes de abril, sin embargo, al igual que Hyundai ya se han ido probando algunas piezas de 2017 en el coche que se está utilizando para esta temporada 2016 y se espera que los test se intensifiquen en cuanto esté listo el primer prototipo, aprovechando que al no estar inscrito como fabricantes en el WRC 2016, no se verán sujetos a la limitación de kilómetros de pruebas.
En cuanto a los pilotos que estarán al volante y que llevarán el peso del desarrollo, obviamente aprovecharán los conocimientos técnicos de Kris Meeke para acelerar la toma de datos. Mientras que Loeb ya dejó bien claro que no se veía pilotando un Citroën (recientemente ha estado haciendo test con un DS3 y un C4 de un equipo francés para ayudarles en la puesta a punto), Matton no ha querido descartar que el nueve veces Campeón del Mundo vaya a participar en dichos test, el que sí estará seguro es el experimentado Alex Bengué. Con todo esto, veremos si se cumplen las expectativas.