A pesar de que muchos equipos ya han reconocido haber empezado a trabajar en los monoplazas de 2017 (HAAS ha sido uno de los que lo ha admitido), lo cierto es que el retraso en el acuerdo entre Pirelli y la Fórmula 1 está haciendo que los programas de las escuderías también se ven afectados. Con las principales directrices ya marcadas por la FIA, muchos equipos ya están esperando a que el fabricante italiano de neumáticos empiece a entregar sus nuevas versiones a escala, las que en teoría volverán a tener ruedas de mayor tamaño en el eje trasero.
Esto ha limitado a los equipos a utilizar únicamente la fluidodinámica computacional para empezar a diseñar y probar el monoplaza de la próxima temporada. El reglamento, que debe ser aprobado antes de finales del próximo mes contempla coches más rápidos, en torno a cinco segundos por vuelta (en trazados largos se supone) por medio de un aumento de agarre mecánico a través de neumáticos con más superficie de contacto y con alerones de mayores dimensiones, especialmente el trasero.
Todo sobre el papel es muy bonito, pero tal y como informa la versión italiana de Motorsport, Pirelli está luchando por sus propios intereses, y antes de comenzar a entregar dichas reproducciones a escala de sus neumáticos para 2017 (el tamaño será 405/670/13 para la parte trasera y 305/670/13 para la trasera) quieren tener su contrato con la Fórmula 1 firmado para las temporada de 2017 a 2019. Todo está listo, pero los de Paul Hembery quieren una fe de vida antes de entregar sus reproducciones.
Estamos prácticamente en abril y las primeras pruebas no han comenzado cuando los neumáticos ya debían haberse puesto en pista para sumar los primeros kilómetros aunque fuera con un monoplaza de test. De nuevo la Fórmula 1 ve cómo se le echa el tiempo encima y no se dan los pasos adecuados en los plazos necesarios. Con la polémica del formato de clasificación ya han visto los errores que conlleva la precipitación, con esto parecen no haber escarmentado.
Vía | Motorsport.it
Foto | McLaren