Ya con el Gran Premio de Australia más que diseccionado y analizado, nos plantamos en la segunda carrera de la temporada con más dudas en torno a la reglamentación y al trabajo de despachos que a lo visto en pista. Y es que al ya polémico uso de la radio entre pilotos y muros, también se ha sumado la negativa de algunos equipos (Williams, Red Bull, Toro Rosso y McLaren) a volver a cambiar el fallido nuevo formato de clasificación.
Llegamos a Sakhir siendo conscientes de que si hay un circuito en el que Ferrari puede ponerle las cosas difíciles a Mercedes AMG es en este. No lo tendrán fácil. Ya en Australia no supieron aprovechar el único error que cometieron los pilotos de la estrella en Melbourne con su horrorosa salida. Hay muchas incógnitas, no en cuanto a términos de rendimiento donde los de Toto Wolff parecen seguir por delante, pero si unimos las altas temperaturas a los problemas de fiabilidad mostrados por ambos equipos en este inicio de 2016 (el SF16-H con el turbo y el W07 con los frenos), podemos estar ante una carrera abierta.
Tras 12 años en Mundial de Fórmula (11 ediciones), Bahréin ha dejado de ser una excentricidad para afianzarse como el primero de los grandes premios petroleros. Las carreras nocturnas son un aliciente visual y su trazado ha sido tradicionalmente considerado como uno de los mejores ejemplos de circuito de Stop & Go. En él Alonso mantiene el honor de ser el piloto con más victorias, tres, pero ya nota a Lewis Hamilton al acecho. El británico deberá antes batir a su compañero de equipo, el cual ha encadenado cuatro triunfos entre final de 2015 y el GP de Australia.
En cuanto a las características técnicas, el calor y la arena condicionan mucho el Gran Premio, aunque este año tal vez sea menos debido a las lluvias que han caído durante los últimos días (esta misma mañana ha habido precipitaciones) y a que se vuelve a disputar bajo el calor de los potentes focos que iluminarán la noche del desierto. Carlos Sainz ve un punto clave en este circuito salido de la pluma de Herman Tilke: las curvas 9 y 10 son según el madrileño de Toro Rosso las más difíciles de todo el mundial. 57 vueltas a los 5.412 metros pondrán a prueba a los pilotos y a las mecánicas, siendo considerado un circuito muy exigente con neumáticos y frenos (alto consumo de combustible) y con muy pocos metros hasta el estrecho embudo que es la primera curva.
Estos son mis alicientes para (disfrutar de) la carrera
- Ver cómo se recupera Fernando Alonso. Bahréin no es tampoco un circuito amable con el físico y el asturiano sigue renqueante después de Australia. Al menos tendrá motor nuevo.
- El duelo Max Verstappen y Carlos Sainz. Hora de dejarse de radios y declaraciones y ver a estos dos diamantes en bruto ‘partirse el espinazo’ en pista.
- Ver si el formato de clasificación sigue siendo un pufo o puede mejorar dependiendo de las circunstancias.
- El Mercedes vs Ferrari, pero más importante aún, ¿seguirá Nico Rosberg arrasando como en las últimas carreras?
- Me muero de ganas por ver si lo de HAAS es un Sauber 2015 o si en manos de Esteban y sobre todo de Grosjean puede sumar más puntos esta temporada. ¡América!
- La lucha por la mitad de tabla y para evitar el farolillo rojo.
El año pasado la carrera estuvo marcada por el Homerun de Lewis Hamilton, el podio de un Kimi Räikkönen que parecía resurgir de sus cenizas cual Ave Fénix y Nico Rosberg y sus problemas de frenos que a punto estuvieron de costarle algo más.