A nadie se le escapa que desde hace unos años hasta esta parte, la FIA ha dado manga ancha a los buggies para volver a contar con estos prototipos ligeros de tracción simple compitiendo por la victoria del Dakar, además de algo de variedad. A pesar de que el último recorrido no les favorecía y que sólo había pasado un año del poco exitoso debut del Peugeot 2008 DKR, la firma gala conseguía devolver a la victoria del rally-raid más duro del planeta a un buggy, 16 años después del triunfo de Jean-Louis Schlesser.
Tal y como confirma la versión de Medio Oriente de Autosport, la FIA tiene planeada la introducción de nuevas reglas que equiparen el rendimiento de los modelos propulsados por motores de gasolina (Toyota y Ford) y los diésel (Peugeot y MINI). Además de modificaciones en cuanto a la brida de admisión (que se espera acerquen a los V8 atmosféricos a los turbos de los diésel), también se espera que haya novedades en cuanto a los recorridos de suspensiones, área en la que los buggies actualmente tienen mucha ventaja si tenemos en cuenta que los 4×4 tienen el tope en 250mm y los Peugeot están en los 460mm.
Los pilotos ya conocen que la FIA está preparando dichos cambios, los cuales no se esperaban que fueran anunciados hasta después del Sealine Rally (y antes de la fecha para la que inicialmente estaba programado el pospuesto Rally de los Faraones). Esto es lo que ha llevado precisamente a que Nasser Al-Attiyah sólo haya firmado por dos pruebas con Overdrive para conducir su Toyota Hilux V8. El qatarí, además de mantener negociaciones con Peugeot, espera la decisión de la FIA sobre el reglamento técnico.