Lo avisaba ayer Carlos Sainz, entrar en la Q3 iba a ser muy complicado. Consciente de la importancia de la potencia en el circuito de Sakhir, correr con el motor Ferrari de 2015 es un ligero lastre con respecto a los otros propulsores como los Mercedes y los Ferrari 2016. Eso explica la décima y undécima posición de los Toro Rosso en esta sesión clasificatoria. Carlos Sainz es el segundo de los coches de Faenza y saldrá undécimo.
El piloto españo ha tenido una sesión clasificatoria bastante tranquila, sin sobresaltos pero sin sorpresas. La Q1 se completó de forma directa, entrando pronto en posiciones que le dejaban en la Q2 y no hubo nunca suficiente amenaza real de quedar eliminado a las primeras de cambio. La situación cambio en cuanto empezó la Q2, donde los Toro Rosso esperaban quedarse -y así ha sido-.
La Q2 fue bastante más estática en Bahréin que en Australia y en ese sentido, los pilotos rodaron poco para guardar neumáticos y de esta forma, ambos Toro Rosso se conformaron con lo que en un momento dado eran la novena y décima posición, lugares ideales por aquello de poder elegir los neumáticos que quisieran para la salida sin estar lejos de las últimas posiciones de la Q3.
Desafortunadamente para ellos, cuando ya estaban en boxes habiendo decidido no volver a salir, Nico Hülkenberg mejoró sus registros y desplazó tanto a Max Verstappen como a Carlos Sainz una posición. De esta forma, el español es undécimo con su compañero de equipo justo por delante. La diferencia entre ambos vuelve a ser mínima, por lo que es de esperar que mañana haya más batalla entre ellos. Seguirá el duelo de Faenza.