En Australia, el piloto francés llegó en el sexto lugar, una gran actuación si se toma en cuenta que está en el debutante equipo Haas F1, pero lo que se observó en el Gran Premio de Bahréin, un Grosjean capaz de pasar y sobrepasar a los Red Bull, Williams y Toro Rosso; y rodando a un nivel muy superior al resto de las escuderías, a excepción de Mercedes y Ferrari, ratifica que el proyecto de Gene Haas va en serio, situación que a su vez certifica, a estas alturas, que la propuesta del coche cliente era acertada.
El VF-16 básicamente es un chasis Dallara y un motor Ferrari cliente. una plataforma simple con la cual un equipo pequeño como Haas ha sido capaz de rodar al ritmo, y plantar cara, a los coches fabricados por escuderías con pergaminos tales como Williams, McLaren, Red Bull y Renault, y es lo interesante de esta situación, más allá de la reconocida capacidad del piloto francés para conseguir grandes resultados. Según Gene Haas, su escudería no ha llegado a la Fórmula 1 para revolucionar lo establecido sino para introducir una nueva forma de hacer las cosas.
Por su parte Grosjean, con los puntos alcanzados en Bahréin, empata el quinto lugar en el campeonato de pilotos con Kimi Räikkönen, ambos con 18 unidades. Lo del francés es para resaltar porque el año pasado anunció que se iba de Lotus, aún con la certeza que tal equipo se transformaría en Renault, rumbo a un equipo debutante de raíces norteamericanas. Y el tiempo le ha dado la razón. A destacar también la gestión en lo que respecta a la estrategia de carrera porque con tres paradas, en dos de ellas se montaron neumáticos superblandos, pudo exhibir el ritmo que le permitió mantenerse, durante buena parte del recorrido, en la zona superior.
El sueño americano del francés parece que no es flor de un día.
