Cuando Juan Pablo Montoya llegó a la Fórmula 1, era un relativo desconocido para los seguidores europeos pero venía de ganar la CART en 1999 y las 500 millas de Indianápolis en el 2000 -hito que repitió en 2015-. El colombiano llegó a Williams en un momento dulce del equipo e incendió la Fórmula 1 con su carácter combativo y su agresividad en pista, además de su talento natural. Aunque de un estilo mucho más moderno, su casco es uno de los más recordados del nuevo milenio.
Orgulloso colombiano, el a veces considerado un poco demasiado sobrecargado diseño de Juan Pablo Montoya está basado en los colores de la bandera de su país. Este parte de un casco con fondo blanco, siguiendo una de las normas no escritas de los años 80 y 90 y sobre él forma un patrón con una flecha en cada lateral formada con colores azul y rojo. La flecha está dividida de manera que forma un patrón de concepto de cuadrícula mientras que justo debajo de la visera, el amarillo era protagonista.
De esta manera, la parte frontal superior y la trasera inferior eran de color azul, mientras que la parte frontal inferior y la trasera superior usaban el color rojo. En la parte frontal del casco, los bordes iban en el color alternativo mientras que en la trasera, el amarillo le daba un toque de color junto a una línea central que cruzaba el casco de lado a lado. Adicionalmente, una línea azul por arriba y una roja por debajo se expandían más allá de los bordes.
A lo largo de los años, el casco de Montoya fue cambiando y evolucionando con él aunque de distintas formas. En primera instancia, el fondo blanco era protagonista pero poco después de llegar a la Fórmula 1, ese blanco se convirtió en plateado, creando quizás la versión más recordada del diseño. El primer gran cambio llegó tras su entrada al equipo McLaren en 2005, con un diseño mucho más estilizado y colorido aunque menos memorable.
El amarillo tomó en ese momento una posición preferente en el casco de Montoya, que aún mantuvo dichos colores durante algunas carreras más en su media temporada de 2006, antes de dejar la Fórmula 1 e irse a la NASCAR. Allí, el diseño de su casco volvió a ser el de siempre, llegando a usar fondo blanco, plateado e incluso con otros patrones mucho más llamativos. Los demás colores pasaron a ser generalmente algo más metalizados.
Tras su retorno a la IndyCar en 2014, Juan Pablo Montoya ha adaptado el diseño de su casco a los colores de los coches con los que ha competido. A bordo de un coche donde destacan el rojo, el blanco y el negro, Montoya ha usado también esos colores desde entonces en sus competiciones. La excepción, cuando le tocó salir hace dos años en algunas carreras con una decoración alternativa azul. Naturalmente, en ese caso el azul reemplazó al rojo. Como anécdota, uno de los personajes de la película «Driven» usó una versión del diseño de la época de Chip Ganassi en la Champ Car.
Durante su carrera deportiva, Montoya usó en varias temporadas un casco especial para el Gran Premio de Brasil, diseñado por un niño colombiano como parte de una competición. Aunque los cascos ganadores fueron muy distintos entre ellos, siempre destacaron los colores de la bandera colombiana. Hoy en día, es otro joven el que ha estrenado el casco recientemente. Sebastián Montoya, hijo del querido piloto, compite con un diseño parecido aunque con colores distintos.
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