Hace poco menos de un mes saltaba la noticia: Chus Puras estaba planeando regresar a la competición tras 13 años parado y el reto no era menor, quería dar todos los pasos previos para participar en el Dakar 2017 con garantías de llegar a meta. Como ya habíamos comentado, todo parecía apuntar a que realizaría un test del buggy de Javier Herrador, el Herrator V8, y así ha sido.
Con el circuito de tierra de Masía Pelarda como tramo de pruebas, el piloto cántabro (Campeón del Mundo de Grupo N y de F2, además de 8 veces Campeón de España) se puso al volante de este buggy tipo Baja desarrollado por el preparador valenciano con el que ya han competido distintos participantes en raids de distinto prestigio internacional, así como en la última edición del Dakar. Con tracción trasera, 1.700 kilogramos de peso y un potente V8 de 450 CV y origen Chevrolet, este tipo de 4×2 se adapta a la perfección a las actuales exigencias del Dakar, sobre todo al fuera pista, aunque Puras no oculta su deseo de evolucionar más su montura.
Parece que la prueba fue lo suficientemente satisfactoria para que Chus siga con su idea de participar en el próximo Dakar, e incluso ya se marca como objetivo el luchar por cotas mayores a medio-largo plazo (un programa estándar a 3 años) si cuenta con los apoyos necesarios. El primero de ellos es Michelin, que hará las labores de socio técnico y le suministrará productos de su filial norteamericana, BF Goodrich, especialista en este tipo de neumáticos para buggies, en su futuro vehículo de competición.
Aunque el tiempo pasa, el deporte y el motor son mi vida y mi pasión. Creo que si consigo los apoyos y la experiencia necesaria en esta especialidad de los raids, estaré preparado de nuevo, para competir al máximo nivel. He estado pilotando en los últimos tres años por el desierto de Marruecos, entre pistas y dunas, con mi aventura Clio Raid Marrakech by Bathco. Lógicamente, lo primero que necesito es encontrar patrocinadores que nos acompañen en este reto profesional, que será altamente rentable, pues el Dakar tiene una repercusión mediática impresionante. Tanto la decisión final de volver a competir, como el programa que podamos hacer, va a depender del apoyo que encontremos a nivel de patrocinio.