Se hizo esperar, pero al fin llegaron las primeras voces discordantes en cuanto al futuro del Mundial de Rallyes con la nueva reglamentación técnica que entrará en 2017. Hasta el momento habíamos visto voces muy positivas entre los pilotos (Sébastien Ogier entre ellos) y los dirigentes de los distintos equipos (Jost Capito, Michel Nandan, el propio Luis Moya…), pero parece que tras las primeras pruebas, han empezado a surgir dudas de que los nuevos World Rally Cars sean lo que el Campeonato necesita.
Tal y como recoge Autosport, algunos pilotos ya se han empezado a preocupar ante la posibilidad de que los nuevos WRC sean mucho más rápidos gracias a la generación de mayor carga aerodinámica con elementos como el spoiler delantero de mayor tamaño, el difusor o los nuevos pasos de rueda más anchos junto al nuevo diferencial central:
En lugares como Finlandia, la velocidad podría ser mucho mayor. Podríamos hablar de medio minuto menos en los tiempos de algunos tramos. Tenemos que pensar qué vamos a hacer ahí. Hay algunos lugares del recorrido del año pasado donde realmente no quieres ir mucho más rápido.
Además de por las nuevas cifras de potencia gracias al nuevo diámetro para la brida del turbo y la mayor carga aerodinámica (se habla de que los coches rondarían los 400 CV de potencia tras las primeras pruebas), también preocupa que desde fuera no se vean unos coches más espectaculares y en cambio esa sensación de que van sobre raíles, especialmente en asfalto, pueda hacerse aún más patente. Al menos eso denotan las palabras de Jari-Matti Latvala, a las que se ha sumado Marcus Grönholm al declarar que: “¿Tal vez los coches podrían ser demasiado eficientes? No lo sé”.
Me gusta la potencia, eso es bueno. Lo único por lo que estoy un poco asustado es que la aerodinámica le dará al coche mucho más agarre, sobre todo en asfalto. Desde el exterior podría provocar que el aspecto del pilotaje sea un poco menos espectacular; los coches no van a ser más espectaculares si van más asentados en el suelo.