Vimos los primeros bocetos, las primeras fotografías de los prototipos, leímos las primeras opiniones y voces críticas y ahora incluso tenemos los primeros vídeos. Lo cierto es que lo que sobre el papel parecía un reglamento más atractivo que el actual, comienza a tener unos tintes algo dramáticos. Además de las declaraciones de los pilotos que aseguran que los WRC de 2017 pueden ser demasiado rápidos en algunas zonas, se suman algunas voces autorizadas que apuntan a que le puede pasar factura a la espectacularidad las nuevas medidas.
En este caso, Grönholm reafirmaba frente a la prensa portuguesa la opinión que ya ha dejado entrever en el pasado. El finlandés, ahora mano derecha de Andreas Eriksson en el equipo Olsbergs MSE en el World RX 2016 (además de piloto de pruebas de Volkswagen), dejaba claro que las reacciones de la mula de pruebas del Polo R WRC 2014 con piezas de 2017 no le terminaban de convencer en términos de espectáculo, ya que según él, en asfalto se parecerán mucho a un coche del DTM.
Y es que todo parece indicar que el aumento de carga aerodinámica y la llegada del diferencial central electrónico han hecho demasiado eficientes a estos World Rally Cars del futuro… Si en el caso de la Fórmula 1 se critica la volatilidad de los reglamentos, en el Mundial de Rallyes estamos en el otro extremo, es muy difícil ver cambios de reglamentos, por lo que nos podemos enfrentar a una normativa a largo plazo que haga todavía menos atractivos a estos coches.
No en tierra. En estas condiciones el coche todavía se siente derrapar e ir de lado. Pero tal vez en asfalto se parezca más a un coche del DTM, muy rápido y estable. Es muy fácil de pilotar, por lo que quedé un poco sorprendido.
Vía | AutoSport.pt