Ayer domingo tenía lugar la primera cita del WEC con las 6 Horas de Silverstone, y también vimos el primer accidente espectacular en carrera. Una vez más, un accidente que sucede en la gestión del tráfico y que, además, sucede en un abrir y cerrar de ojos. Brendon Hartley trataba de adelantar a un Porsche del equipo Gulf Racing en la curva 2, y entonces sucedía lo inesperado.
En la vuelta 71, en pleno relevo de Brendon y llegando a la curva 2, una rapidísima de derechas, Hartley quería adelantar a un GT del equipo Porsche Gulf por el exterior, pero por cualquier motivo ninguno de ellos vio lo importante.
El piloto de GT no vio al Porsche 919 Hybrid; no vio las banderas si es que las había; y Hartley no vio que el GT apenas le dejaba espacio para hacer el adelantamiento. Entonces, vino el toque.
Ciertamente, todo sucede muy rápido. Si en las imágenes exteriores parece algo previsible (amén de que la imagen está ralentizada), en la cámara onboard vemos la rapidez con la que se desarrollan los acontecimientos, además de comprobar lo poco que se ve desde dentro de esos LMP1.
Hartley tiró por la borda el trabajo del fin de semana y la oportunidad de completar un doblete en la cita inaugural, gracias a la posterior descalificación del Audi número 7, y la verdad es que no creo que esté muy feliz.
Estoy decepcionado por el equipo. El coche es increíblemente bueno y Mark hizo un súper primer relevo. Cuando hicimos el cambio todo estaba bien. Tenía una ventaja cómoda, no sentía presión e hice un buen trabajo entre el tráfico. Entonces [vuelta 71] quise adelantar un GT por la parte exterior, algo normal en la curva 2, pero el piloto no me debió ver y utilizó toda la pista. Fue todo muy rápido e hicimos contacto. Fue un incidente de carrera que se pudo haber evitado, y lo siento mucho por el equipo Gulf Racing y por toda la gente del coche número 1. Hemos de reunirnos y sacar lo positivo del fin de semana.
