En el reciente Gran Premio de China, la escudería Red Bull demostró el por qué tanto Ferrari como Mercedes se negaron a suministrar sus unidades de potencia. Con un motor Renault, rebautizado Tag Heuer, los de Milton Keynes se mostraron competitivos y de nuevo se erigieron como la principal alternativa si se trata de doblegar a los equipos oficiales. Ahora mismo, Red Bull luce inalcanzable para Renault F1, quienes, al observar tal situación, piensan en abandonar el desarrollo del RS16 para concentrar esfuerzos en el monoplaza de 2017.
El chasis y la aerodinámica de Red Bull están a la altura de toda circunstancia, pero en lo que respecta al motor permanecen subordinados ante la voluntad de los proveedores. Sergio Marchionne, presidente de Ferrari, y Toto Wolff, jefe de la escudería Mercedes, han manifestado públicamente sus razones para no conceder sus unidades de potencia a los austriacos, la más poderosa es que sería un error desde el punto de vista corporativo ya que ser vencidos por un equipo cliente representaría un duro revés para sus imágenes e intereses comerciales.
En la temporada 2010, Red Bull Racing, utilizando motores Renault, se alzó con ambos títulos, mientras Renault F1 Team ocupó el quinto lugar en la tabla de Constructores, una situación muy particular que no debería ser muy agradable para los franceses, incluso este año se reedita tal particularidad porque mientras Red Bull es capaz de salir desde la primera fila y alcanzar el podio, Renault todavía no ha sumado su primer punto.
En palabras de Sergio Marchionne:
Darle nuestros motores [a Red Bull] hubiera sido un enorme error. No deberían estar al frente de nosotros, están cerca y si tenemos algún problema son los primeros en aprovecharse.
Por su parte, Ciryl Abiteboul, CEO de Renault F1, fue quien asomó la posibilidad de abandonar el proyecto 2016 ya que están muy lejos de todo y resultaría contraproducente perder tiempo, dinero y esfuerzos en intentar avanzar cuando se vienen cambios radicales en 2017. Según el francés, el actual chasis es deficiente y eso es obvio si se compara con el Red Bull, de allí que en un período de dos semanas se determine cuáles serán los planes para lo que resta de temporada ya que considera preferible enfocarse exclusivamente en desarrollar el motor.
Dentro del equipo las opiniones varían porque algunos creen de tontos evolucionar el coche actual. Se podría mejorar nuestro rendimiento para ver si terminamos esta temporada en una mejor posición. Sin embargo, las regulaciones aerodinámicas de 2017 tendrán grandes cambios y hay que analizar si es mejor centrarnos en el nuevo coche. Debemos decidir dentro de dos semanas, tal vez dejemos donde está el coche 2016.
Por mi parte, debo admitir que me gustaría observar al motor Honda instalado en el chasis Red Bull, para así evaluar el verdadero nivel de los japoneses y de una vez ponerle punto final a tantos pretextos, excusas y habladurías que suelen exteriorizarse desde McLaren todas las semanas.
Vía | motorsport