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Coches de competición para recordar: Spyker

Una marca de coches que también haya fabricado el carruaje en el que aún hoy en día, más de cien años después, se pasea el rey de los Países Bajos en desfiladas oficiales, no se puede negar que debe tener estilo, historia y una curiosa imagen. Esto es Spyker, una marca nacida en el puente entre el siglo XIX y el XX que renació unos cien años más tarde, entre el XX y el XXI. Nacida como Spijker, desapareció a principios de los años 20 tras una historia de competición relativamente corta. No fue hasta 1999, cuando empezó el renacimiento de una marca que se completó en el año 2000. Desde entonces y a pesar de un tiempo en bancarrota, Spyker sigue viva con superdeportivos exclusivos aunque con una presencia en competición más bien limitada.

Spijker 60HP – Varios

El Spijker 60HP -antes de pasar a llamarse la marca Spyker- de 1903 no fue un coche que tomara parte en demasiadas competiciones, aunque sí se le vio en carreras en varios lugares de Europa. Por mucho que no llegara a la fama de otros contemporáneos, el 60HP es un coche que nos resulta particularmente interesante a día de hoy por motivos tecnológicos ya que incluye varios elementos comunes en los tiempos modernos.

Ante todo, el 60HP es el primer coche de la historia con un motor de seis cilindros, en este caso con una estructura de seis en línea y con una cilindrada de unos espectaculares 8800 centímetros cúbicos. Un motor enorme, tal y como era típico en la época. Pero no solo en su motor estaba la tecnología interesante del 60HP, puesto que había más que recalcar.

También fue el primer coche con tracción a las cuatro ruedas partiendo de un solo motor. Para ello, requería el uso de tres diferenciales. Finalmente, fue el primer coche en tener frenos en las cuatro ruedas, lo que lo convierte en una máquina llena de «primeras veces» del mundo de la automoción. Su velocidad punta era de unos 130km/h, lo que en la época era espectacular.

Spyker 14/18 HP – Raids

El Spyker 14/18 estuvo entre los primeros coches fabricados por la marca después de adoptar el nuevo nombre -por motivos de imagen e internacionalización-. Construido en 1904 por primera vez, no fue concebido como un coche de carreras y de hecho, durante la mayor parte de su historia, no es nada más que un coche de calle. Pero como a menudo sucede, hay una excepción a la regla.

En 1907, una versión especialmente preparada del 14/18 HP compitió en la única prueba de su historia, lo suficientemente importante como para que a este coche se le pueda considerar un coche de carreras, por lo menos a efectos históricos. Se trata del raid Pekin-París, que veía a sus participantes cruzar toda China y Europa hasta la famosa ciudad sobre el río Sena.

En esta durísima prueba en la que había que recorrer casi quince mil kilómetros, acabaron participando tan solo cinco coches. Charles Godard y Jean du Taillis terminaron en segunda posición a pesar de varios problemas sobre todo durante los compases finales de la singular carrera, incluyendo un arresto por fraude, la falta de dinero y el tener que pedir carburante a lo largo del camino.

Spyker 30/40 HP C4 – Cazarécords

El Spyker C4 en varias formas tuvo a lo largo de su carrera dos récords importantes en la época. Quizás por ello algunos dirían que no debe considerarse un coche de carreras como tal, ya que en realidad no participó en competiciones. Aún así, al menos una de sus versiones fue concebida como tal y marcó récords en circuito, lo que hace que se le pueda considerar como coche de carreras.

Con el inicio de los años 20, Spyker encontraba en Rolls Royce a un rival digno de mención. Tanto fue así, de hecho, que a Spyker se la solía llamar la «Rolls Royce del continente», lo que demostraba el estatus del rival británico. En Spyker quisieron demostrar la robustez de sus coches con un C4 que batiera el récord de distancia recorrida sin reparaciones de los británicos. Lo consiguieron con una marca de treinta mil kilómetros.

Pero el verdadero récord del C4 fue el obtenido en Brooklands por el reconocido piloto Selwyn Edge. En 1907 él mismo había establecido el récord de velocidad media en 24 horas en Brooklands. Quince años más tarde quiso batir su propio récord con una tecnología mucho más desarrollada en el mismo circuito de Brooklands. Lo hizo en dos pasadas de doce horas y con una media de 120km/h, más de 20km/h por encima del anterior récord. Toda una hazaña.

Spyker C8 – Gran Turismo

Después del renacimiento de la marca Spyker entre los años 1999 y 2000, el C8 fue el primer coche que la marca mandó a las carreras. Su primer intento se produjo en las 12 horas de Sebring de 2002, aunque el resultado no fue muy fructífero. De hecho, el C8, que pilotaban los hijos de Phil Hill -Derek Hill- y de John Hugenholtz -Hans Hugenholtz- junto con Peter Kox, tuvo que abandonar tras 92 vueltas.

Mientras que el coche de las 12 horas de Sebring había montado un motor BMW, el que más adelante participó en carreras de GT europeas y finalmente en las 24 horas de Le Mans usó motor Audi. Spyker inscribió varias unidades del C8 desde 2005 en adelante. Los resultados tardaron en llegar y ninguno de los coches en los cuatro primeros intentos cruzó la línea de meta.

Hubo que esperar al quinto intento, en 2009, para que un Spyker viera la bandera de cuadros después de 24 horas -el único C8 participante ese año-. Lo hizo en quinta posición de su categoría -GT2 en su penúltimo año de existencia- y en vigésimoquinta de la general. Volvieron en 2010 y terminaron en vigésimoséptima posición de la general, última entre quienes se clasificaron a final de carrera y el proyectó murió con la categoría GT2.

Spyker F8-VII – Fórmula 1

Paralelamente al proyecto de las 24 horas de Le Mans, en Spyker sintieron cuando el equipo Midland F1 pasó a estar a la venta que era el momento de intentar entrar en la Fórmula 1. Dicho y hecho, con la energía que caracteriza a la marca, compraron el equipo Midland a finales de 2006 y en las tres últimas carreras el equipo añadió el nombre Spyker como sponsor -no se permite cambiar el nombre del equipo en medio de temporada- y se adoptó el color naranja.

De cara a 2007, el equipo pasó de usar motores Toyota a Ferrari, esperando mejorar el rendimiento del anterior equipo. Inicialmente, los resultados no fueron muy espectaculares, estando siempre fuera del top ten. Varios cambios de pilotos no hacían nada para ayudar aunque Markus Winkelhock llegó a liderar el Gran Premio de Europa de 2007 en Nürburgring gracias a una elección de neumáticos acertada.

Más adelante, en el diluvio del Gran Premio de Japón, el piloto de la escudería holandesa Adrian Sutil terminó en novena posición que fue promovida a octava después de que los comisarios deportivos penalizaran a Vitantonio Liuzzi por adelantar a Sutil bajo banderas amarillas. El Spyker subía hasta la octava posición y obtenía su primer y único punto. El equipo acabó vendiéndose a Vijay Mallya tras perder Spyker el interés en la Fórmula 1 y pasó a llamarse Force India en 2008.

Curiosamente, fue quizás esta última aventura la que llevó el nombre de Spyker a ser más conocido entre los aficionados más casuales del mundo del motor. A fin de cuentas, no existir durante casi 80 no le hace ningún bien a la popularidad de una marca. Desde entonces, Spyker ha cimentado su fama como fabricante de supercoches exclusivos y distintos a los de las marcas más conocidas. No parece que tengan interés en competir… por ahora. De hecho, una temporada en bancarrota -situación aparentemente solventada- les habrá quitado las ganas.

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