La próxima temporada tendremos nuevo reglamento técnico. Como mucho, una docena de pilotos privilegiados (a tres unidades por cada equipo como máximo y teniendo en cuenta los retrasos de M-Sport o Hyundai) se pondrán al volante de los que posiblemente sean los coches del Mundial de Rallyes más rápidos de la historia. Se espera que todas ellas sean unidades de fábrica, al menos en un principio, cuando los nuevos World Rally Cars realicen su debut en Monte-Carlo, dejando a los pilotos privados sin opciones de competir al máximo nivel.
La FIA tiene miedo de que las listas de inscritos queden desiertas, perdiendo los pocos privados que todavía quedan en liza. Es por ello, que además de facilitar la participación de modelos como los Maxi Rally 1.6 Turbo argentinos, los N5 españoles o los AP4 australianos en las pruebas de la próxima temporada, también se está estudiando la opción de implementar una Copa World Rally Car en la que puedan participar la actual generación de coches.
Recordemos que los actuales WRC (Hyundai i20, Citroën DS3, Ford Fiesta, Volkswagen Polo o Mini JCW) no podrán ser adaptados por medio de un kit o de piezas específicas al nuevo reglamento técnico que trae consigo importantes mejoras como un diferencial central electrónico, más piezas aerodinámicas y mayor potencia. Esto implica que podemos estar ante la última temporada que los veamos en competición, al menos en lo que al Mundial se refiere.
Con la introducción de dicha copa, los privados como los Bertelli, Prokop o el propio Kubica podrían seguir compitiendo con los actuales World Rally Cars (de los cuales se estima que habría un centenar de unidades en la actualidad), mientras que los oficiales pelearían por el campeonato absoluto con los nuevos coches de 2017. La medida ha sido reconocida por el director de la sección de rallyes de la FIA, Jarmo Mahonen y esperemos que corra mayor suerte que la última Copa creada por la Federación, la de los R-GT.
Los nuevos coches del WRC estarán probablemente disponibles para sólo unos pocos pilotos de fábrica que son la clase absoluta del Mundial. Entre ellos y los R5, se puede crear otra categoría en el Campeonato denominada como WRC Cup para los actuales World Rally Cars.
Queda por ver también cómo se establece la normativa ante la utilización de los WRC17 en campeonatos nacionales o regionales. De momento, no está previsto que puedan ser destinados a otras competiciones fuera del Mundial de Rallyes, aunque esto puede afectar negativamente a M-Sport, equipo privado con apoyo técnico de Ford que no cuenta con el mismo presupuesto del que gozan sus rivales ‘oficiales’. Los de Cumbria obviamente parecen estar a favor de rentabilizar esta potente inversión y de poner a disposición de otros equipos clientes sus coches, aunque no parece que sea una medida que convenza a la FIA.
En cuanto a la velocidad excesiva de estos nuevos coches (recordemos que algunos pilotos ya han dicho que podrían ser demasiado rápidos en algunos puntos), queda por ver si finalmente recibe la aprobación la famosa superlicencia de la Fórmula 1 adaptada a los rallyes. Con ella se pretende evitar que pilotos no preparados o gentleman drivers sin la experiencia suficiente se pongan al volante de estos WRC y tengamos escenas más propias de la década de los 80 que de este Siglo.
Vía | Rallye-Magazin