El reglamento técnico que entrará en vigencia en 2017 señala que todos los equipos deberán participar con motores de ese mismo año, así que la configuración cliente utilizada por Toro Rosso esta temporada, unidad de potencia Ferrari año 2015, quedará sin efecto. Difícilmente, Ferrari conceda motores actualizados a la escudería de Faenza ya que evitaron esa misma situación con Red Bull, de allí que, tras Honda anunciar su interés en tener más clientes el año próximo, Toro Rosso luzca como el principal equipo para utilizar las unidades japonesas.
La FIA, la FOM y el Grupo de la Estrategia acordaron que escuderías y proveedores deben acordar sus compromisos antes del 1 de junio, enfatizando que, según el nuevo reglamento, la FIA tendrá la potestad de forzar alianzas en el suministro de motores, evitando con ello reeditar otro caso Red Bull-Mercedes-Ferrari, que a todas luces dejó en evidencia el poder de los proveedores de motores que además de contar con escuderías oficiales gozan del privilegio de negar suministros a equipos competitivos.
En tal sentido, a partir de este viernes, y hasta el 31 de mayo, la FIA deberá recibir la lista de fabricantes y sus respectivos clientes, acuerdos reales y de ser posible con el contrato ya firmado, para evitar sorpresas en 2017. En todo caso se sabe de antemano que Red Bull Racing no tendrá acuerdos ni con Mercedes ni con Ferrari, así que sus posibilidades se reducen a permanecer con Renault o asociarse con Honda. En este caso la FIA no tendrá que intervenir porque tanto los franceses como los japoneses estarían dispuestos a suplir al equipo austriaco.
Si Red Bull y Renault prosiguen su alianza, dejaría todo servido para que Toro Rosso sea otro equipo Honda, a menos que Ferrari decida conceder a los de Faenza sus motores en configuración 2017.
Vía | nextgen auto