La entrada en el WTCC, sumado a los cambios reglamentarios que amenazan el horizonte del Campeonato Escandinavo de Turismos, está haciendo que Volvo, o Polestar, se esté replanteando su programa en competición. Concretamente ha anunciado que después de 2016 abandonará el campeonato de los V8 Supercars, mientras que amenaza hacer lo propio con el STCC si finalmente se lleva a cambio la sustitución del actual reglamento técnico por el de los TCR.
En el caso del campeonato australiano, Niels Möller, jefe de operaciones de Polestar, ha anunciado el cese de la cooperación con Garry Rogers Motorsport a final de esta temporada debido a una nueva estrategia de negocio en la que sin duda habrá tenido mucho peso la decisión de entrar en el Mundial de Turismos. Previsiblemente los Volvo no desaparecerán de la parrilla de los V8 Supercars (a partir del mes de julio se llamará Virgin Australia Supercars Series) y se espera que siga en manos del equipo australiano con la consiguiente ayuda técnica por parte de la firma sueca.
Historia muy distinta es la situación en el STCC. Tras la primera prueba de la temporada disputada este mismo fin de semana, ha quedado patente que los S60 siguen estando en disposición de luchar por las victorias (consiguió dos dobletes en las dos carreras) a pesar de la llegada de nuevos contendientes. Sin embargo, la sorpresa llegaba cuando el organizador del campeonato confirmaba las intenciones de introducir un nuevo reglamento que reduzca los costes ya en 2017 o 2018.
En principio, se espera que la normativa técnica a aplicar sea la del TCR, algo que obligaría a todos los equipos a construir o alquilar nuevos coches completamente distintos a los actuales. Para los fabricantes es aún más complicado, ya que esto les obliga a comenzar con el desarrollo de una nueva montura con dichas especificaciones, algo que Volvo ya ha anunciado que no ocurrirá en su caso ya que tendrían que utilizar un modelo que está en preproducción (el V40 no entrará a ser fabricado en serie hasta dentro de 18 meses).
Las opciones que ponen sobre la mesa desde Polestar es la de introducir un balance de rendimiento que equipare las prestaciones de los actuales modelos del STCC con los del TCR o incluso retrasar la introducción de los nuevos reglamentos. La última alternativa sería abandonar por completo el campeonato y centrarse únicamente en el WTCC.
Vía | Touring Car Times