Luce tarea complicada para Daniel Ricciardo asumir el liderazgo dentro de la escudería austriaca, ahora con Max Verstappen, porque más allá de su temporada 2014 no ha podido establecer diferencias notables con sus respectivos compañeros, inclusive tanto en 2012 como 2015 fue superado en puntos, así que Verstappen, en teoría, estará comparándose con un piloto vulnerable en una estructura que privilegia la juventud y a sus 18 años, guste o no, el holandés es la principal luminaria dentro del sistema Red Bull.
A diferencia de Daniil Kvyat, cuyo carácter es discreto, Max Verstappen llega a Red Bull como un compañero incómodo desde todo punto de vista. El holandés asciende desde Toro Rosso en plena temporada, un movimiento que, aunque estaba cantado desde hace rato, resultó un tanto sorprendente debido a las circunstancias. Sin embargo, concederle el acceso a un mejor conjunto chasis motor, un mayor presupuesto y una superior infraestructura técnica solo llevan a pensar que en Red Bull estarán apostando por Verstappen de inmediato.
Ciertamente, se podría pensar en la posibilidad que Ricciardo supere a Verstappen en el campeonato, pero el resultado tendrá que ser contundente y se me antoja difícil de creer. Ricciardo también ascendió desde Toro Rosso y no debería tener problemas para asimilar situaciones inherentes a la dinámica del cambio. En su momento todo resultó favorable ya que en su primera temporada con Red Bull logró ganar en tres ocasiones, sus primeras victorias, y sumó más puntos que Sebastian Vettel.
No obstante, ahora no será Ricciardo el nuevo chico en el vecindario, tendrá que asumir el papel de piloto consagrado, del toro alfa que deberá «marcar su territorio» ante un impetuoso joven que no viene a aprender sino a enseñar, porque para eso lo ascendieron, y es acá donde se complica el panorama para el australiano. Max Verstappen no es Daniil Kvyat; Verstappen representa la gran inversión de Red Bull, por ello no permitirán que sea eclipsado y eso hay que entenderlo tal como es, porque ningún promotor, en el deporte que sea, arriesga tan rápido a su pupilo más aventajado sin tener la certeza de estar preparándolo para aspirar a grandes recompensas.
Además, desde un punto de vista lógico, más allá de lo mediático y comercial que representará observar a Verstappen en la zona delantera de la parrilla; Red Bull se enfocará en garantizar el éxito de su programa en cuanto a la selección y promoción de sus jóvenes pilotos, otro punto para inclinar la balanza hacia el holandés. Así que probablemente Ricciardo deba resignarse y asumir el papel de Vettel 2014 para apuntalar la incipiente trayectoria de su nuevo compañero.
El que crea que el joven piloto holandés será «sacrificado» para glorificar a Daniel Ricciardo está en su derecho y se respeta tal opinión. Pero desde mi óptica personal, considero que resultará cuesta arriba para el australiano establecer diferencias y evadir la comparación directa porque sencillamente el hambre de gloria que posee Verstappen se nota desde lejos y en Red Bull saben muy bien lo que se debe hacer al respecto.