Que la situación económica de varias escuderías está en la cuerda floja no es nada nuevo. En el paddock cada movimiento del resto de equipos se conoce y por ello no sorprenden las últimas declaraciones de Ron Dennis acerca de la posibilidad de que uno o dos equipos puedan desistir de sus actuales puestos dentro de la parrilla antes del final de temporada. Obviamente, tras estas declaraciones del presidente de McLaren, todo el mundo a dirigido sus miradas hacía equipos como Sauber o Force India.
El primero de ellos, el equipo dirigido por Monisha Kaltenborn, ya ha retrasado los pagos a sus empleados en más de una ocasión y durante las últimas semanas se ha llegado a hablar de una posible compra del equipo por parte de figuras tan emblemáticas como Alfa Romeo o incluso la llegada de un importante patrocinador que salvara la papeleta de los de Hinwil.
Aunque la Fórmula 1 es mucho más estable de lo que la mayoría de la gente cree, algunos equipos están experimentando dificultades y de hecho no me sorprendería demasiado si uno o dos de esos equipos no llegase al final de la temporada.
Dennis achaca estos problemas de dichos equipos a la mala gestión de sus mandatarios, asegurando que entran en dicha situación debido a que gastan más dinero del que realmente tienen.
Es la misma norma que en cualquier negocio: si gastas más dinero del que tienes, vas a estar en una situación difícil. Pero este deporte es adictivo, siempre piensas que la próxima evolución de tu coche te va a hacer milagrosamente competitivo, por lo que cometes excesos. Se debe prorratear sus ingresos de forma meticulosa. Incluso una organización como la nuestra, que es sólida, solvente y sano, deliberadamente limita el gasto de capital en ciertos momentos para asegurarse que siempre somos capaces de asegurar el funcionamiento de nuestro equipo. No temo una implosión, pero sin duda, hay algunos equipos menos seguros que otros.
