Era el coche con el que muchos soñamos de niño, incluso con el que Mr. Bean cayó en la tentación de renunciar a su inseparable MINI de color verde por el asiento central del McLaren F1. Y es que aquel deportivo británico de motor central y formas sobrias se convirtieron en el fetiche de mucho en la década de los noventa, rivalizando con marcas con mucha más historia como Ferrari, Porsche o Lamborghini.
Aunque ya estábamos muy cerca del Internet global que actualmente conocemos, hace dos décadas todavía era muy difícil poder seguir las carreras que se disputaban por el planeta y tan sólo se podía echar mano de las antenas de televisión. Ahora, veinte años después tenemos la oportunidad de volver a ver competir a aquellos McLaren F1 GTR con motor de BMW Motorsport que compitieron contra los Porsche 911 GT1 o los menos comunes F50 GT.
En 1996 McLaren introdujo una evolución a su modelo con el objetivo de poder competir por las victorias, con novedades tanto en el frontal como en la parte trasera, mucho más aerodinámica y con mayor carga gracias al enorme alerón rediseñado. Además se sometió al GTR a una intensa dieta de adelgazamiento a base de utilizar materiales ultraligeros, algo que le permitía ser el más rápido de su categoría en la recta de Mulsanne, incluso por delante del temido Porsche GT1.
Foto | McLaren Cars