Uno de los elementos más llamativos del primer día de pruebas de la Fórmula 1 tras el Gran Premio de España han sido los alerones que ha probado Williams en el FW38 con Alex Lynn al volante. Habitualmente, las pruebas de nuevas partes aerodinámicas son algo normal pero en el día de hoy lo visto ha sido totalmente distinto puesto que estéticamente se parecen poco a los alerones actuales y hasta hacen pensar en tiempos pasados.
Ello se debe a que el alerón trasero en particular ha imitado el estilo que tenían estas piezas a principios de los años 90. Los alerones «dobles» se estrenaron con Footwork-Arrows en 1993 y se usaron en algunas carreras a lo largo de esa temporada antes de verse en los grandes premios del Pacífico y Mónaco en 1994, ahora ya con varios equipos. Tradicionales son ya las imágenes de los Williams, Benetton, Ferrari y demás con esos vistosos alerones.
El objetivo de Williams al usar unos alerones que nos llevan a hace más de veinte años no era hacernos pensar en el pasado sino simular la cantidad de carga aerodinámica que deberíamos tener el año que viene tanto en la parte delantera del coche como en la trasera. Evidentemente, estos espectaculares alerones no son legales y por lo tanto no los veremos en ninguna carrera, ni siquiera en Mónaco, donde los requerimientos de carga aerodinámica son mayores.
Los alerones delanteros son algo más ortopédicos con una solución poco elegante y menos pulida que deja claro que el objetivo no es ni mucho menos utilizarlos en una carrera sino recabar datos para la temporada que viene. Los campeonatos del 2017 no pueden ganarse ahora pero un equipo sólido sí puede aprovecharse de un trabajo bien hecho antes de que los rivales empiecen a reaccionar. Puede que por eso el trabajo de Williams sea tan importante, más allá del curioso aspecto que han tenido esta mañana.
