A estas alturas del día la mayoría de vosotros habréis visto las imágenes del Hyundai i20 WRC 2016 de Hayden Paddon completamente devorado por las llamas y a piloto y copiloto viendo de forma impotente (afortunadamente ilesos) como se destruía medio millón de euros. Minutos después, Ott Tänak y su copiloto Raigo Molder volcaban en el mismo punto y su Ford Fiesta RS WRC quedaba atascado con una rueda arrancada a sólo unos metros del lugar en el que el modelo coreano ardía sin remedio.
Sin tiempo para buscar elaboradas soluciones, los aficionados y comisarios trataban de ayudar a que el coche de la firma del ovalo no fuera también paso de las llamas. Con un valiente gesto, los allí presentes ayudaron a retirar el Fiesta ayudados por un todoterreno y tirando de fuerza bruta, consiguieron apartar lo suficiente (hasta la llegada de los bomberos al lugar) la unidad del equipo DMACK que apenas sufrió algunas quemaduras superficiales de fácil solución.
A pesar de que no podrá reengancharse mañana a través del Rally2, posiblemente por los daños en la jaula de seguridad que se producían en el accidente, equipo y tripulación pueden estar muy agradecidos a esta veintena de voluntarios que pusieron incluso su físico en juego para evitar que un segundo World Rally Car ardiera hoy en los tramos lusos. Esas cosas que sólo se ven en los rallyes.
Bonus vídeo – La impotencia de Paddon y Kennard:
