Georg Seiler, jefe de Hockenheim, expresó que el retorno de la categoría a Alemania, a finales de julio, no ha levantado el interés deseado porque, según su criterio, la promoción de la categoría se hace desde un prisma pesimista y eso incide en la venta de entradas y en el número de inversionistas interesados en apoyar la carrera. Para Seiler, el entusiasmo del público alemán ha mermado por las reiteradas críticas negativas que realizan los mismos protagonistas de la Fórmula 1.
El alto costo de las entradas, la política, el constante cambio en las reglas, la complejidad de las carreras para el espectador común y la monotonía en los resultados también inciden, según Seiler, en la falta de interés colectivo hacia la Fórmula 1, en un país con una gran cultura automovilística y además con muchos intereses involucrados en la máxima categoría. La presencia de Mercedes Benz y cuatro pilotos en la parrilla podrían significar elementos atractivos para asistir a Hockenheim, sin embargo, en la edición de 2014, no fue así.
Añadió que la euforia causada por Michael Schumacher, cuando todavía ningún alemán había alcanzado el título mundial, posiblemente haya originado un cese en las expectativas del público local ya que posteriormente los campeonatos alcanzados por Sebastian Vettel y la presente oportunidad que tiene Nico Rosberg de alzarse con la corona tal vez, al no significar algo único para los alemanes, dejaron de interesar en gran medida porque se tiene a un predecesor muy reciente.
La promoción de la Fórmula 1 debe orientarse hacia la venta de un producto muy bueno, pero si todo lo que se escribe es negativo incluyendo las declaraciones de los organizadores, autoridades y pilotos, entonces el público se pondrá a cuestionar lo que observa. Si Bernie Ecclestone, Sebastian Vettel, Fernando Alonso o Lewis Hamilton critican a su propio deporte entonces vamos por mal camino. Es tiempo de guardar silencio.
Vía | motorsport total
