Hasta el pasado 15 de mayo tanto proveedores como escuderías tenían plazo para introducir ante la FIA contratos o declaraciones de intención para la temporada 2017. Sin embargo, los representantes de Toro Rosso no consignaron documento alguno y la razón, según Franz Tost, director del equipo, es que aún no se ha llegado a un acuerdo con ningún proveedor debido a que las nuevas reglas de motores prohíbe utilizar unidades de potencia de años anteriores, así que continuar con Ferrari, en tales términos, ahora no es una opción.
Para Tost, Toro Rosso debe correr con motores de última especificación y además tener a su disposición las actualizaciones que se realicen durante la temporada, situación ideal para continuar con el nivel de competitividad exhibido hasta ahora. El año pasado, tras las reiteradas diferencias entre Red Bull y Renault, se tomó la decisión de utilizar las unidades Ferrari 2015 como medida provisional antes de planificar lo que se haría bajo el nuevo reglamento.
En tal sentido, si algún equipo queda sin motores para la próxima temporada, la FIA deberá solucionar tal inconveniente aplicando medidas pertinentes a cada caso en particular. Tost manifestó que en Toro Rosso están satisfechos con el rendimiento de Ferrari, pero los términos cambiarán en 2017 y será difícil que los italianos suministren material similar al utilizado en su escudería oficial, de allí que resulte lógico plantearse un cambio de proveedor.
Estamos muy contentos con el rendimiento del motor Ferrari, pero en 2017 debemos conseguir la principal especificación. El año pasado no tuvimos alternativas y tomamos lo único que nos ofrecieron. El año que viene será diferente porque el reglamento señala que el proveedor debe suministrar un motor homologado cuyas características y rendimiento sean similares al del resto.
Vía | autosport
