Cada año que pasa, el Gran Premio de Mónaco se vuelve más imprescindible para la Fórmula 1. Eso es, al menos, lo que algunos queremos creer ahora que los cerebros se están volviendo locos con nuevos circuitos y nuevas ubicaciones que, con todo el respeto, no merecen comparación con el Gran Premio más emblemático del mundo. Prescindir del ‘Monaco Grand Prix’ sería igual de loco (perdonad mi insistencia en lo desequilibrado) que prescindir de las 500 millas o de las 24 Horas de Le Mans. Me atrevo a decir que Mónaco simboliza más la F1 que Ferrari. Y ahora llega el Gran Gran Premio de 2016, justo en el momento más dulce imaginable.
A la espera de que llegue el gran momento, las expectativas, el hype que dicen los modernos, se multiplican. Nico Rosberg viene de encadenar tres victorias en el principado y buscará su cuarta catarsis consecutiva ante su público; Max Verstappen explotó en todos los sentidos en Barcelona consiguiendo una victoria improbable y de récord eterno; Lewis Hamilton debe mostrar recuperación, debe volver a la senda de la victoria; a McLaren nada le vendría mejor que un gran resultado en las calles de Mónaco. ¿Qué más podemos pedir?
Afrontamos un Gran Premio harto conocido para todos los aficionados: la potencia del motor importa menos, las manos del piloto son un plus, la pista es estrecha y no permite concesiones… Lo cierto es que la pista de Mónaco es la peor, por sus condiciones, de todo el mundial. Son calles transitadas, es una pista verde, muy verde en las primeras sesiones, y con una capacidad pasmosa de volver a ser verde enseguida, con cuatro gotas. Está plagada de zonas resbaladizas, de baches y de curvas lentísimas, pero tiene algo especial. Tradición, quizás.
El tiempo este fin de semana para el Gran Premio de Mónaco
¡Sorpresa! El domingo puede sorprendernos alguna tormenta dispersa sobre el área de Mónaco, pero con todo, no sabemos si lloverá en el horario de la prueba, lógicamente. En caso de que llueva, las probabilidades de que la carrera sea una enorme sorpresa se multiplican por un elevado factor. No hace falta recordar carreras con victorias tan improbables como la de Panis en 1996, ¿verdad?
En esas condiciones, dejando de lado el infierno en que se convierte la pista, debemos estar preparados para lo inesperado, para una gran actuación del coche de seguridad y, por qué no, para asistir a otra carrera inesperada como pasó en el pasado Gran Premio, en Barcelona.
Qué esperar del GP de Mónaco 2016
Estos son mis alicientes para (disfrutar de) la carrera:
- Max Verstappen. Si el año pasado dio espectáculo, traspasando incluso la barrera de lo razonable en cuanto a cálculo de riesgos, este año, con una victoria en su haber, va a ir a por todas.
- Lewis Hamilton. El campeón del mundo debe reaccionar y darlo todo, pero con tino. El error (compartido o no) del pasado Gran Premio ha quedado olvidado, pero un servidor no se cree todo lo que lee. A Hamilton le estará empezando a escocer esta falta de resultados y Mónaco es el mejor sitio posible para dar un golpe moral a su gran rival.
- Lo impredecible: es Mónaco.
- El duelo Sainz vs Kvyat, que aunque de momento no existe, tendrá lugar. Los dos tienen muchas ganas de destacar y hacer méritos.
- El rendimiento de HAAS en Mónaco, una incógnita para mí.
- Ojalá veamos a los McLaren en el top 10 y cerca del top 5. Será difícil, pero nunca se sabe, y uno no pierde la esperanza de ver cómo esta escudería sale del agujero que ha cavado con sus propias manos.
- No me olvido de los Ferrari, pero en realidad a quien quiero ver dándole la vuelta a las cosas es a Daniel Ricciardo, que ya el año pasado hizo la vuelta rápida.
