Siempre me ha parecido bien que los pilotos muestren su carácter y su forma de ser sin tapujos, aunque siempre teniendo bien claro que las libertades de cada uno terminan donde empiezan la de la otra persona. Lo he dejado claro en ejemplos como el de Robby Gordon en el pasado Dakar (y en sus anteriores demostraciones de desprecio ante la seguridad de las personas ajenas a la carrera) y hoy, con el error realizado por Tom Coronel en la clasificación de Nürburgring no podía ser diferente.
El holandés, que ya en el Dakar nos dejó otras imágenes denunciables, siempre ha sido muy amigo de utilizar las redes sociales para acercar a sus fans las carreras, incluso se ha atrevido a relatar para Eurosport sus sensaciones justo en la vuelta de calentamiento antes de las carreras, unos momentos en los que la mayoría de los pilotos suelen reservárselos para concentrarse y enfocarse en la estrategia a seguir en la primera curva. Sin embargo hoy ha cruzado una línea que la FIA se está tomando muy en serio (a través de su Action for Road Safety) durante los últimos meses.
Tras el tirón de orejas dado el año pasado a Lewis Hamilton y su incidente en Mónaco con un Pagani Zonda, así como su selfie grabándose mientras conducía en moto, ahora es Tom Coronel el que ha sido cazado utilizando su iPhone mientras llevaba su Chevrolet Cruze TC1 de vuelta al pit lane tras terminar tercero en la clasificación. Las imágenes de Coronel, móvil en mano relatando sus sensaciones han sido emitidas en directo a través de la retransmisión oficial y esto obviamente ha obligado a la FIA a tomar medidas.
El directo de carrera lo ha acusado de infringir el código deportivo y se le ha sancionado con una cuantiosa multa de 5.000 €, aunque tras la reacción posterior de Tom, tal vez la perdida de posiciones o la suspensión durante esta carrera le hubiera dolido algo más. Y es que ni corto ni perezoso, Coronel ha publicado la apertura de una campaña de Crowdfunding para intentar recaudar 10.000 dólares (de los que lleva ya 471 $) y con ellos pagar este nuevo tirón de orejas dado por la Federación.
Curiosa la demagogia de un piloto que el año pasado se quejaba de que un presupuesto de 1 millón de euros era demasiado para un equipo privado y que ahora arriesga su bolsillo y su integridad (además de la mala imagen que ello supone) utilizando su móvil mientras conduce su coche de competición. Lo dicho, quizás otro tipo de sanción le hubiera supuesto un mayor escarmiento.
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— Tom Coronel (@TomCoronel) May 27, 2016
Foto | Mattzel89
