Habrá a quien no le guste que una carrera se dedica por estrategia y otros a quienes les moleste que un adelantamiento al toque deje una carrera de 24 horas en manos de los comisarios. Pero lo que nadie podrá negar es que esta semana dos templos del motor como el Indianapolis Motor Speedway y Nürburgring nos han ofrecido tres finales espectaculares y muy distintos los unos de los otros.
Aunque no es una de las grandes carreras de este fin de semana, antes de hablar de las 500 Millas de Indianápolis y las 24 Horas de Nürburgring no puedo olvidar cómo la Freedom 100 de las Indy Lights nos volvió a deparar un desenlace espectacular y apretado, logrando el triunfo Dean Stoneman por 0,24 milésimas frente a Ed Jones. Un final ‘made in America’, con su bandera amarilla, su resalida al límite y su final apretado.
El siguiente final apretado llegó en Nürburgring mediada la maratoniana jornada de carreras del domingo. Mercedes dominó por completo las 24 Horas, pero sus equipos lucharon hasta la última vuelta entre ellos y Black Falcon le robó la cartera a HTP con el tiempo ya cumplido gracias a un adelantamiento al toque que el exitoso equipo de Blancpain GT Series apeló sin éxito. Juzguen ustedes mismos.
Y la apoteosis (o el anticlimax para algunos) llegó con la edición número cien de las 500 Millas de Indianápolis. Bryan Herta dejó con cara de tontos al resto de jefes de equipo y estrategas de la parrilla de IndyCar Series dirigiendo con maestría a Alexander Rossi. El debutante completó 36 vueltas con un tanque de carburante (dos de ellas bajo bandera amarilla) y dio la última a paso de tortuga para llevarse el premio gordo. Una fábula moderna.
Yo he de admitir que no me suelen apasionar los finales que dependen de la gestión del consumo, pero jamás rebatiré que esto también es automovilismo y sólo puedo quitarme el sombrero ante la jugada maestra de Rossi, Herta y Andretti, que al ver cómo Bryan Herta Autosport se quedaba sin presupuesto y Alexander Rossi sin volante decidió reunirlos a todos bajo un mismo techo.
Foto | Indianapolis Motor Speedway