Sobre el capot de su Audi S1 EKS RX tal y como lo ha hecho tradicionalmente Mattias Ekström en prácticamente todas sus victorias en el DTM. El sueco sumaba en Lydden Hill (la cuna del rallycross) su tercera victoria consecutiva y si ya es especial vencer con rivales de enjundia como Solberg o Loeb, hacerlo con tu propio equipo y tu propio coche debe serlo aún más.
Y eso a pesar de que Petter Solberg comenzó con lo que parecía ser un fin de semana perfecto. Tan sólo se le escapó la victoria en Q4, ronda en la que Andreas Bakkerud pudo exprimir todo el potencial de un Ford Focus RS RX al que se le ve potencial, pero al que todavía le cuesta algo en los circuitos más ratoneros. No es un secreto que para el noruego, el circuito de Lydden es uno de sus favoritos del calendario, uno de los primeros en los que tuvo opciones reales de conseguir su primera victoria en el Europeo de RallyCross.
En las zonas rápidas en medio de la campiña británica, Petter ha sacado mucho jugo de las evoluciones que traía aquí en su Citroën DS3 (recordemos que con él está trabajando uno de los padres del Citroën Xsara WRC y del Volkswagen Race Touareg), el cual ha notado un gran salto en cuanto a rendimiento comparado con el actual dominador del Campeonato, el Audi de Ekström. A pesar de esta teórica superioridad, Mattias poco podía hacer para frenar el inicio demoledor del bicampeón del Mundo de RallyCross.
Un segundo y un tercer puesto era el mejor bagaje posible para el sueco de la firma de los cuatro aros en un día que estuvo claramente marcado por la supremacía de los pilotos nórdicos, teniendo que bajar hasta la novena posición para encontrarnos a Sébastien Loeb, justo delante de Ken Block y tras una pésima Q1 en la que los problemas eléctricos en su Peugeot 208 WRX le hundían en la clasificación de buenas a primeras. El alsaciano mostraba su frustración golpeando el volante en una de las demostraciones de rabia más claras que he visto al nueve veces Campeón del WRC.
Ya el domingo, Bakkerud defendía el honor de M-Sport y Ford Performance, consiguiendo el triunfo en Q4 y clasificándose para semifinales en segunda posición, justo detrás de su compatriota, Petter Solberg, algo que le daba la primera línea de parrilla para la segunda carrera previa a la gran final. Muy apretada estaba la lucha por un pase para dichas carreras, con seis pilotos en apenas cinco puntos. Desde los 127 acumulados durante los Heats por Loeb, los cuales le valían para ser noveno, hasta los 122 de Robin Larsson que era 15º. También caían Ken Block, un desafortunado Liam Doran (de nuevo con problemas mecánicos), Guy Wilks o la otra gran atracción de este fin de semana, Tanner Foust que era último al no participar en las carreras de Q3 y Q4.
Lydden Hill suele marcar tu estrategia de la Joker Lap dependiendo el lugar de parrilla en el que sales. Una mala decisión por parte de Loeb en la segunda semifinal (no tomó la joker de salida y después se vería encerrado por los pilotos que le precedían) le dejaría fuera de la final a pesar de que había realizado una salida espectacular. Tampoco lo lograría ninguno de los dos pilotos del equipo Volkswagen Suecia, ambos cometiendo errores que los hacía ser últimos de sus respectivas eliminatorias. La duda en esos momentos era saber si Ekström, desde la primera línea podría aguar lo que estaba siendo un fin de semana casi perfecto de Solberg.
Y así fue. Ekström optaba por tomar en la primera vuelta la joker lap y así rodar el resto de carrera con aire limpio. Bakkerud se quedaba colgado en la salida, mientras que Solberg encabezaba la carrera, seguido muy de cerca por los dos hermanos Hansen que compartían alegría al compartir ambos final. Las vueltas pasaban, Mattias no tenía problemas para seguir reduciendo la diferencia con Petter hasta que el spotter de Solberg se percataba de que el ritmo de Ekström era tan contundente que ya era demasiado tarde. En la cuarta vuelta el vigente campeón hacía su paso obligatorio por la enrevesada sección joker del circuito británico, pero ya nada podía hacer para evitar la tercera victoria consecutiva del piloto de Audi.
Timmy Hansen completaría el podio, siendo la primera vez que se sube a un escalón esta temporada (no se le dan bien las primeras mitades de temporada al mayor de los hermanos) y acompañado por Kevin cuarto y Timur Timerzyanov quinto. En Lites el triunfo sería para el galo Cyril Raymond, mientras que en S1600 Krisztian Szabo hacía lo propio. La siguiente ronda del campeonato, la quinta, será en Hell, Noruega del 10 al 12 de junio.
LYDDEN HILL – FINAL:
1. Mattias Ekström (EKS, Audi S1)
2. Petter Solberg (Peter Solberg World RX Team, Citroën DS3)
3. Timmy Hansen (Team Peugeot Hansen, PEUGEOT 208 WRX)
4. Kevin Hansen (Team Peugeot Hansen, PEUGEOT 208 WRX)
5. Timur Timerzyanov (World RX Team Austria, Ford Fiesta)
6. Andreas Bakkerud (Hoonigan Racing Division, Ford Focus RS),
Clasificación general de pilotos:
1, Mattias Ekström (EKS, Audi S1), 105 pts
2, Petter Solberg (Peter Solberg World RX Team, Citroën DS3), 100 pts
3, Johan Kristoffersson (Volkswagen RX Sweden, Volkswagen Polo), 70 pts
4, Sebastien Loeb (Team Peugeot Hansen, PEUGEOT 208 WRX), 63 pts
5, Toomas Heikkinen (EKS, Audi S1), 60 pts
6, Andreas Bakkerud (Hoonigan Racing Division, Ford Focus RS), 51 points
7, Timmy Hansen (Team Peugeot Hansen, PEUGEOT 208 WRX), 46 pts
8, Kevin Eriksson (Olsberg MSE, Ford Fiesta ST), 43 pts
9, Robin Larsson (Robin Larsson, Audi A1), 40 pts
10, Janis Baumanis (World RX Team Austria, Ford Fiesta), 35 pts
11, Davy Jeanney (Peugeot-Hansen Academy, PEUGEOT 208 WRX), 28 pts
Clasificación general de equipos:
1. EKS, 165 pts
2. Team Peugeot Hansen, 109 pts
3. Volkswagen RX Sweden, 102 pts