Hoy en día se puede cometer el error de pensar que en cuestión de automovilismo es difícil que pase algo. Yo soy de los que piensa que lo raro es que no pasen más cosas en una época en la que los coches corren más de lo que parece (si incluso los criticados motores V6 turbo de F1 están a punto de romper récords de épocas más ‘poderosas’). En las categorías inferiores, sobre todo, se juntan dos extremos peligrosos: prestaciones y juventud extrema. Y a veces pasa lo que pasó en el BRDC British Formula 3 Championship la pasada carrera, en el precioso circuito de Oulton Park, cuando Ameya Vaidyanathan voló con su monoplaza, y sin paracaídas.
La altura del «vuelo» es impresionante, ¿qué sucedió? En primer lugar, esa zona de Oulton Park es una zona de máxima velocidad, porque tras la primera curva se accede a una zona en bajada con una ligera curva de derechas previa a una fuerte frenada para girar a la izquierda. En esa primera curva, Sisa Ngebulana sufre de sobreviraje, lo que le hace perder velocidad de salida y ser un claro objetivo de adelantamiento por parte de Ameya.
Lo que viene después es una situación clásica en monoplazas: el adelantado no calcula bien el espacio libre por el lado en que está siendo adelantado, y quien adelanta no puede decidirse del todo entre la hierba, un contacto o «cerrar los ojos y pie a fondo» para ver si las cosas salen bien. La mayor parte de las veces las cosas salen mal si no entran en juego dos pilotos que se conozcan a la perfección: la confianza mutua en pista es fundamental y eso solo se consigue a través de la experiencia en luchas cuerpo a cuerpo.
El desenlace: Ameya y Sisa se tocan, y el primero termina en el lado izquierdo de la pista en donde vuelca, con la mala suerte de pillar una zona en bajada, picando de nariz y protagonizando las vueltas de campana más estremecedoras de la década. Y lo mejor: sin un solo rasguño. Lo que sucede es que estas situaciones no se deberían dar, este deporte tiene un gran riesgo y el contacto siempre se debe evitar, minimizando las probabilidades de que se de este tipo de situación. El caso es que juventud y previsión, como es lógico, es algo poco frecuente.
Así se vio, desde dentro, el accidente:
Plus: si pasáis del texto, en Daily Mail tienen una serie de fotos en las que se ve en gran detalle cómo fue visto desde fuera.