Aunque hace ya unos años que el ACO recuperó la jornada test en Le Mans, la versión organizada desde 2011 poco tiene que ver con las jornadas de preclasificación que antaño otorgaban acceso a la parrilla de las 24 Horas de Le Mans. Para los equipos oficiales se trata de una mera toma de contacto con el circuito de La Sarthe, en la que si llueve reducirán el kilometraje al mínimo para evitar sustos como el accidente protagonizado por Audi en 2012 o el vuelo de Marc Gené con el Peugeot 908 en 2008.
La organización obliga a todos los participantes a aparecer por el circuito en este día y muchos aprovechan el fin de semana para rodar material promocional, pero en realidad, quienes se juegan algo importante son los debutantes o aquellos pilotos que lleven más de un lustro sin correr en Le Mans: a ellos les toca completar un mínimo de diez vueltas con el fin de clasificarse y acreditar su valía, siendo así crucial evitar errores tontos que te dejen a ti o a un compañero fuera de la gran carrera. Si mal no recuerdo, un accidente así dejó hace años a Ángel Burgueño sin correr en el LMP2 que debía compartir con Miguel Amaral y Miguel Ángel de Castro, siendo sustituido por Warren Hughes.
La novedad este año es que los pilotos Platino quedan exentos de disputar la jornada de test, considerando la organización que su estatus FIA es suficiente para asegurar que no la liarán en un trazado tan peculiar como este. Ello permite que Scott Dixon compita con Ford en categoría GTE-Pro, pues de otro modo el neozelandés se hubiera tenido que ausentar de la cita de IndyCar Series en Detroit. Otros años participantes del United SportsCar Championship volaban directamente desde Detroit hasta Le Mans, pero ello sólo es posible al disputarse su carrera el sábado. En todo caso recuerda a lo que hizo Sébastien Loeb para regresar del Rally de Turquía en 2005. Otros años el ACO también permitió la participación de LMP3 en este test, pero dado que disfrutarán de su propia carrera telonera este año no será posible.
P.S: si tenéis la espina clavada de no haber ido jamás a Le Mans, el test es una gran oportunidad. El alojamiento en hotel es más barato que durante la semana de las 24 Horas y la menor afluencia de público permite moverte por el circuito con casi total libertad.
Foto | Audi Sport
