Tras la imagen divertida dejada el otro día cuando jugaba con el hijo de Felipe Massa, Pastor Maldonado se ha puesto manos a la obra para tratar de cerrar un programa de cara a la próxima temporada. El venezolano sigue teniendo como objetivo el de volver a estar sentado en un monoplaza de Fórmula 1 para la próxima temporada, sin embargo, es consciente de lo difícil que está en la actualidad hacerse de nuevo un huevo en el Gran Circo.
Es por ello que Maldonado ya ha empezado a barajar una opción B para seguir compitiendo, principalmente para evitar que su carrera se quede varada. La pregunta es clara: ¿Europa o Estados Unidos? Para un piloto que ha desarrollado la mayor parte de su vida competitiva en el viejo continente, obviamente el salto a Norteamérica es un impacto importante, un cambio de filosofía completo.
El Mundial de Resistencia, el DTM y los campeonatos de monoplaza de la Fórmula E y las IndyCar Series son los posibles destinos alternativos en el caso de no poder atar un asiento en la Fórmula 1 para 2017, mientras que el ganador del Gran Premio de España 2012 descarta seguir los pasos de otros pilotos como Juan Pablo Montoya o Scott Speed pasándose a la competición de motor más seguida en USA: la NASCAR.
En principio son Indycar y Fórmula E las que mejor se pueden adaptar al estilo de pilotaje de Maldonado, ambos, campeonatos en los que ya hemos visto el habitual trasvase de pilotos provenientes de la Fórmula 1 y que se han adaptado a la perfección a la categoría. Ejemplos como el propio Montoya o Sébastien Buemi en el caso de los monoplazas eléctricos. También el WEC ha sido testigo de la adaptación de muchos ‘rebotados’ provenientes de la categoría reina, lugar en el que la consistencia y disciplina de los ex-F1 suele encajar a la perfección.
Vía | racer.com