Ni ellos mismos se esperaban estar en tercera posición del mundial de constructores a tan solo nueve puntos de Ferrari, y a 76 puntos de Mercedes. El inicio de Red Bull no es como aquéllos años dorados de dominio aplastante, pero en comparación con lo que se esperaba de ellos, y sobre todo, con lo que se esperaba de Ferrari, invita claramente al optimismo. A un chasis realmente espectacular se suma una unidad de potencia Renault que nada tiene que ver con la calamitosa experiencia del año pasado. Y para Canadá, los dos pilotos disfrutarán de la versión mejorada.
Daniel Ricciardo afrontará el Gran Premio en donde consiguió su primera victoria en F1, en 2014, con más armas de su lado y con la rabia propia de quien vio cómo se le escapaba la victoria por un error pueril en los boxes. Para Christian Horner, el éxito se nota desde Melbourne con grandes actuaciones, aunque el culmen de todo fue en Barcelona, en donde vencieron a los Ferrari de manera indiscutible en igualdad de condiciones (con los Mercedes fuera, sí, pero nada que ver eso con el rendimiento de Ferrari, ¿verdad?).
Nuestro reto es intentarlo y reducir la distancia con Mercedes, e imponernos a los Ferrari donde y cuando podamos.
Así de claro es Horner. Y de momento están rindiendo a un altísimo nivel que puede verse mejorado este fin de semana en el circuito Gilles Villeneuve, siempre que Ferrari no reaccione y vuelva por los fueros que se le suponían al inicio de la temporada. Eso sí, no hay que menospreciar a Ferrari en ningún caso, no podemos caer en ese recurso fácil de las «no victorias», porque siempre se nos puede volver en contra.
Vía | Autosport