Lo reconozco, para mi Canadá es junto a Interlagos y Mónaco uno de mis trazados favoritos del calendario de la Fórmula 1. Por supuesto, te podrá dar un año una carrera mala, pero al año siguiente te recompensará con la suficiente acción en pista que te permitirá borrar de tu memoria cualquier recuerdo negativo. En esta ocasión, además de las evoluciones mecánicas, también traemos mucho ‘salseo’ dentro de los equipos.
Y es que en las calles del principado pasaron muchas cosas que aún no se han solucionado. Es el caso del pique entre los dos pilotos de Sauber que acabó con ambos colisionando y obligando a Monisha a ponerse el mono de trabajo y tirar a sus dos pilotos de las orejas por el bien del equipo. Max Verstappen culminó su mal fin de semana contra las barreras, mientras que muchos nos preguntamos si Kevin Magnussen guarda algo de rencor a un ‘indefenso’ Daniil Kvyat tras el rifirrafe que tuvieron en el último sector del circuito.
La victoria de Lewis Hamilton puso final a su sequía, sin embargo, un nuevo percance con Nico Rosberg puede prender una mecha que tampoco le interesa al actual líder de la general, sobre todo si tenemos en cuenta que el alemán está actualmente en conversaciones para renovar su contrato con Gerhard Berger a la cabeza.
Llegamos precisamente a la antítesis de lo que es el Circuito de Mónaco. Si en la cita europea la mecánica pasaba a un segundo plano y cobraban aún mayor importancia las manos de los pilotos, aquí nos encontramos con que la tracción y la velocidad son vitales, especialmente debido a la recta de atrás, uno de los puntos de adelantamiento más claros de todo el Mundial.
También lo es la apurada de frenada previa a la horquilla que precede a dicha recta, especialmente cuando hay diferencia de grip entre los neumáticos de uno y otro monoplaza. Aun así, sólo es un lugar para que los más valientes se ‘tiren’, más aún cuando los frenos están altamente exigidos en este trazado y que no es la primera vez que los vemos desfallecer ya en la segunda parte del Gran Premio.
El trazado tiene tres sectores diferenciados y con sus partes características. En el primero nos encontramos con dos puntos, la doble curva izquierda-derecha larga que siempre se convierte en un embudo en los inicios de carrera, para pasar posteriormente a la chicane rápida en la que más de uno han pasado demasiado cerca del muro. El sector central quizás es la zona a la que se le presta menos atención, sin embargo tiene un importante peso en el tiempo de vuelta, especialmente si tienes un coche inestable en frenada.
La última parte del Circuito Gilles Villeneuve es algo más que la recta ya que al final de ella hay que saber frenar y coger la trazada perfecta que te lleve a acercarte al muro lo máximo posible sin llegar a tocarlo… El precio justo. Veremos si hay algún campeón que se estrena en el llamado Muro de los Campeones. Las zonas de DRS son las habituales, las situadas en las dos rectas más largas, mientras que los equipos son perfectamente conscientes de que los elementos más exigidos serán el motor (vital la fiabilidad también en la recuperación de energía porque sin esa potencia te arrancarán las pegatinas) y los frenos, en un circuito en el que no se precisa de alta carga aerodinámica.
El tiempo este fin de semana para el Gran Premio de Canadá
En cuanto a la meteorología, el plan promete. Las lluvias están evolucionando con el paso de los días y la probabilidad crece de cara al sábado y domingo. Lo que puede convertir en una carrera apoteósica, también nos puede deparar parones aburridos, ya que recordemos que Canadá tiene el dudoso honor de ostentar el record del Gran Premio más largo, debido a las 4 horas a las que se alargó la edición de 2011 debido a la mala evacuación que tiene el trazado de la Isla de Notre Dame, en gran parte por la falta de pendiente.
De llegar las precipitaciones, se le puede arrebatar el teórico protagonismo al compuesto ultrabando, el cual es el favorito por los pilotos gracias a lo poco abrasivo que es el asfalto de este circuito. Aun así, una carrera con condiciones cambiantes como la de Mónaco nos puede permitir incluso volver a ver los cinco tipos de ruedas que Pirelli lleva a cada Gran Premio, algo por ahora sólo reservado a la cita del principado.
Estos son mis alicientes para (disfrutar de) la carrera:
- La lluvia es la gran invitada a la fiesta. Los aficionados y cronistas esperamos una carrera movida, con posibilidad de montar diferentes compuestos, los pilotos seguro que no.
- La batalla interna entre los dos pilotos de Sauber. Cuando parecían tener estabilidad, Nasr y Ericsson parecen en una lucha de egos innecesaria para un equipo que no está en puntos.
- Max Verstappen saldrá a recuperar sensaciones tras su mal fin de semana, Kvyat lo hará para reivindicarse a pesar de la penalización
- El Lewis Hamilton vs Nico Rosberg y los otros posibles actores secundarios como Vettel o Ricciardo. El australiano debe recuperarse del disgusto de Mónaco.
- Ver la evolución de los motores. Tanto Renault como Ferrari deberán enseñar musculo, mientras que Honda todavía debe decidirse si gastar o no tokens o si su mayor evolución aquí será una nueva gasolina.
- Sainz hizo una gran carrera con escaso premio, Hora también de mostrar regularidad y cabeza fría en un GP en el que el abandono por error del piloto está a la orden del día.