Una pregunta con respuesta, una ficha menos que mover en silly season y un equipo que prácticamente ya está cerrado para las próximas temporadas. A pesar de que no ha habido anuncio oficial propiamente dicho, tanto los jefes de Red Bull, como el propio Daniel Ricciardo ya hablan de un futuro juntos hasta finales de 2018 abiertamente. El australiano ha llegado a Bakú con su habitual sonrisa y sabiéndose que al menos estará dos años más con la escudería austriaca.
Así lo reconocieron abiertamente Christian Horner y Helmut Marko durante el Gran Premio de Canadá y así lo ha reconocido abiertamente Ricciardo a su llegada al GP de Europa. Una buena muestra de que Red Bull no ha querido jugar con fuego y han preferido cortar de cuajo los rumores que hablaban de posibles tanteos de otros equipos a Max Verstappen y el propio Daniel Ricciardo (entre los cantos de sirena llegaban algunos de Ferrari y Mercedes AMG) lo antes posible y han atado la que posiblemente sea la alineación del equipo de los toros rojos para la próxima temporada.
Esto, obviamente además de forzar a que estos equipos deban buscar otras opciones (cambio de cromos Rosberg a Ferrari, Alonso a Mercedes o incluso el rumor de un Sergio Pérez compitiendo con otro equipo histórico) y a que los pilotos de Toro Rosso actuales deban valorar su futuro y si la llegada de Pierre Gasly puede suponer alguna dificultad en el mismo.
Si Kvyat parece dar por hecha su salida del equipo a final de esta temporada, incluso ya se ha hablado de conversaciones con Williams F1 Team, Sainz está demostrando su talento y madurez en las últimas carreras. Apenas le ha afectado la promoción de Verstappen o la llegada del más experimentado piloto ruso a su equipo, algo que ha despertado los elogios de propios y extraños. Al madrileño no le deberían faltar novias… ni tampoco una oferta de continuidad, ahora queda determinar cuál es el paso adecuado, algo que su ídolo de niñez, Fernando Alonso, ha demostrado que no es nunca sencillo.