Mi compañero Iván Fernández me insistió en que intentara emplear la misma palabra que Toyota para definir lo ocurrido ayer en Le Mans. Y aunque no sea tan habitual y fácil de traducir al castellano, tiene razón, es la única manera de definir qué sienten en el equipo japonés: la avería del TS050 #5 a una vuelta del final fue descorazonadora (‘heartbreak’ dicen en Twitter y en su nota de prensa). ¿Pero qué llevó al líder a perder velocidad de esa manera?
Toyota aún no ha dicho esta boca es mía, pero fuentes de toda solvencia como Marshall Pruett, brillante periodista de RACER, y DailySportscar publicaron en la tarde del domingo que a un piloto de Toyota se le escapó que sufrieron una rotura del turbo. Lo mismo que apartó del liderato a Audi al inicio de la carrera y una pieza para la que todos los equipos oficiales de LMP1 recurren al mismo suministrador, Honeywell.
Aún así imagino que tendremos que esperar para conocer todos los detalles, como ya ocurrió en 2014. Entonces tardó en confirmar que el incendio en el TS040 pilotado por Kazuki Nakajima (otra vez) se originó en el cableado. Y creo que todos nos acordamos del RAC de 1998, una avería en el Toyota Corolla WRC de Carlos Sainz y Luis Moya que siempre quedó rodeada de cierto misterio.
El mejor sabor de boca nos lo dejan las palabras de Akio Toyoda, presidente de Toyota y aficionado a la competición a quien hay que culpar por el regreso de Toyota al Mundial de Rallyes. Merece la pena reproducirlas íntegras:
«Desde lo más profundo de mi corazón me gustaría dar las gracias a todos los que nos prestaron su increíble apoyo durante las 24 Horas de Le Mans de este año. En Toyota GAZOO Racing nos pusimos una tremenda presión encima para romper nuestra racha perdedora en Le Mans y luchamos de forma increíblemente dura para compensar los desafortunados resultados del pasado. Todos los mecánicos, ingenieros, pilotos, suministradores y demás integrantes del equipo hicieron sacrificios increíbles y lograron mejoras constantes para construir un coche aún mejor de cara a Le Mans este año.
Y justo cuando nuestros sueños comenzaban a hacerse realidad, todos tuvimos que ver cómo se esfumaban de nuestras cabezas cuando una situación descorazonadora se presentaba ante nuestros ojos. Los coches de Toyota son cada vez más rápidos y fiables. Pero Porsche logró que los suyos lo fuera aún más. Durante las 24 horas de carrera e incluso 30 contando con la clasificación no es tan sencillo seguir siendo más rápidos y más fuertes que el resto en pista en Le Mans. Cuando pienso en lo que cada miembro del equipo debe estar sintiendo… y no quiero ni pensar en todos los que nos apoyaron… Honestamente no sé qué decir. No encuentro palabras. En Toyota GAZOO Racing somos unos «perdedores magullados». No competimos sin conocer lo que es sentir una derrota. Hemos probado la auténtica amargura de la derrota y regresaremos al Mundial de Resistencia el año que viene y regresaremos para competir en esta batalla que son las 24 Horas de Le Mans. Aunque sólo sea por nuestro ánimo de buscar hacer cada vez mejores coches… Y por ello seguramente regresemos a la pista de Le Mans.
Me gustaría expresar mi gratitud a todos los coches y pilotos que lucharon con nosotros en Le Mans; particularmente a Porsche y Audi. Regresaremos el año que viene, renacidos y listos para para enfrentarnos con todo lo que tenemos. Cuidado con los «perdedores magullados», Toyota, el año que viene. ¡La pelea no ha acabado!»
Vía | DailySportsCar
Fotos | Toyota