La cuenta atrás para la edición centenaria de la Subida a Pikes Peak sigue avanzando irremediablemente. Es cierto que los eléctricos han robado prácticamente todo el protagonismo a los históricos dominadores de la montaña del Colorado, los participantes de la categoría Unlimited, sin embargo, tenemos una gran novedad, el heredero del mítico Ford RS 200 (perdonad por la comparación) de Pat Doran.
Ya la semana pasada los compañeros de Periodismo del Motor nos presentaban este brutal Ford Focus con carrocería sedán y motor de Nissan GT-R nacido en el taller neozelandés de Pace Innovations y que competirá en la edición de este año de la mítica subida hacia las nubes. Para a los que os haya extrañado la procedencia del mismo, pero el país Kiwi tiene una gran tradición en este tipo de subidas y allí se celebra el homologo oceánico de la Subida a Pikes Peak con el Race to the Sky que se disputa en el Valle de Cardona.
Allí precisamente nación este Ford Focus de 850 CV de potencia (motor 3.8 V6 biturbo situado en posición central-trasera y puesto a punto por Cosworth) y tracción total para apenas 950 kilógramos de peso y una aerodinámica espectacular que sin duda ayudará para afrontar la subida estadounidense. El piloto será el propio responsable de esta creación, Tony Quinn, al cual le ha salido la ‘broma’ por más de 400.000 € sin contar los gastos de logística y el precio de la inscripción para ser uno de los 100 participantes que pasarán a formar parte de la historia de la carrera. No luchará por la victoria absoluta, pero siempre es interesante ver estos proyectos artesanales, sin ningún tipo de apoyo de fábrica.
Fotos y vídeo | PACE Innovations
