Los pilotos franceses de los años 70 y 80 son una raza a parte. Con Elf y Renault en la categoría reina pero también en las competiciones de promoción como la Fórmula 2 y la Fórmula 3, se cultivó con ahinco el talento nacional. Puede que sea por ello que en esa época haya tantos pilotos galos con mucho carisma. Uno de los que más tiempo estuvo por la Fórmula 1 fue Jacques Laffite, que a sus 43 años aún se subía al podio y solo se vio obligado a retirarse tras un grave accidente. Su casco es recordado por su simplicidad; el vivo retrato de una época.
En realidad, el diseño del casco de Jacques Laffite es otro más dentro de esta lista tan curiosa de pilotos que optan por un solo color. Cualquiera pensaría que con la llegada de los coloridos años 70, los cascos iban a adoptar todo tipo de diseños. Y aún así, hubo tantos y tantos ejemplos de pilotos con cascos increiblemente simples. En ocasiones, casi parecía que los cascos más simples ocultaran las cabezas más centradas en pilotar lo más rápido posible, en lugar de pensar en algo tan «superficial» como el diseño del casco.
Y aún así, puede que sin pretenderlo, el casco de Laffite se convirtió en un clásico de la época. Seguramente sus largos años a bordo del azul Ligier contribuyeran a esa imagen tan característica del coche de color «Bleu de France» con un oscuro casco, casi negro, en la cabeza de su piloto. Porque el casco del parisino que se batía con los mejores de la época tenía ese tono oscuro y con las limitada calidad fotográfica de la época -que no era mala pero los colores pueden confundirse a veces-, a menudo parecía ser de un azul oscuro o negro….
¡Pero no lo era! No era negro. El color usado era un verde oscuro, muy oscuro. Parecido al «British Racing Green». El motivo del color está perdido en la historia y seguramente la única solución para descubrir el misterio sería ir a hablarlo con el propio Laffite. Según el año, el color fue más claro o más oscuro, aunque tenía el tono adecuado para que también la luz del sol tuviera un efecto sobre como el casco era percibido en la lente del fotógrafo que tomara la instantánea o en la retina del observador.
No hubo nunca más secreto que ese, dentro de su casco. Un diseño con un solo color base… y ya. En cierta forma, por lo menos. La realidad es que Laffite añadió en el lateral de su casco unas pegatinas con los logos de Winfield, una escuela de pilotaje francesa de la que salieron talentos como él mismo, además de Didier Pironi, Patrick Tambay, Christian Danner o incluso los campeones Alain Prost y Damon Hill. Lo lógico habría sido usar una pegatina en cada lado.
Pero Laffite fue un poco más allá y decidió poner varias de ellas, una al lado de la otra, dando la vuelta completa alrededor del casco excepto en la zona de la visera. Era algo que podía parecer un tanto ridículo en concepto pero cuya aplicación le daba al casco el toque de color que necesitaba gracias al blanco y el rojo de los logos de Winfield -no confundir con la tabacalera australiana-. Al final, el casco era oscuro, sí, pero los orbes rojiblancos del lateral incluso hacían que el verde oscuro destacara.
En tiempos recientes, la hija de Jacques Laffite, Margot Laffite, ha homenajeado a su padre con su diseño de casco. Aunque el casco que luce la joven no es exactamente el mismo que el de su padre, el color de fondo sí es el mismo tono de verde sobre el que se aplica su propio diseño. Una buena forma de mostrar sus orígenes, puesto que evidentemente, si ella ha sido piloto es principalmente por la historia de su padre con el automovilismo.
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