Puedes verlo como una gestión eficiente de recursos o como un clavo más en su ataúd, pero el equipo Sauber confirmó este miércoles que se ausentará del test que tendrá lugar en Silverstone tras la disputa del Gran Premio de Gran Bretaña este fin de semana. Las razones esgrimidas por la escuadra suiza son que no tienen novedades que probar aún y no les compensa económicamente rodar en estas dos jornadas de entrenamientos.
No es una situación ajena al equipo helvético, pues el historial de Sauber en lo que llevamos de año ya hacía presagiar una posible ausencia la próxima semana: se plantaron en la primera sesión de la pretemporada con su coche de 2015 y no quisieron (o pudieron) probar en las jornadas de entrenamientos posteriores al Gran Premio de España. Sorprende de todos modos que un equipo con pocos recursos pero ya instalado en Montmeló o Silverstone tras un GP no haya logrado alquilar su volante a cualquier piloto joven y adinerado.
En todo caso es cierto que la situación económica de Sauber ha mejorado con respecto a principios de año, sin que se hayan vuelto a oír problemas de impagos a la plantilla y con numerosos rumores sobre la llegada de nuevos inversores de la mano de Marcus Ericsson. Para algo tenía que servir competir con los colores de la bandera sueca.