Las comparaciones son odiosas. Además del exitoso programa de jóvenes pilotos que supone la 208 Rally Cup no sólo para piloto galos, sino también para extranjeros, convirtiéndose en una escuela similar a la que fue el Británico de Rallyes para los pilotos nórdicos en el pasado. Ahora, la Federación Francesa de Automovilismo se ha encargado de resucitar en colaboración con M-Sport la conocida como Rallye Jeunes, o lo que es lo mismo, la selección de jóvenes pilotos de la que salieron en el pasado nombres como Sébastien Loeb, Ogier, Eric Camilli, Quentin Gilbert o Bryan Bouffier.
Mientras que en España, tenemos que tirar de iniciativas privadas como la Copa Suzuki (a la que debemos estar eternamente agradecidos), la Dacia u otras monomarcas regionales, Francia vuelve a tener otra copa de formación para jóvenes pilotos con la implicación de la FFSA. Recordemos que este programa estuvo activo hasta finales de 2014, año en el que se cerró la colaboración con Citroën Racing.
Ahora, comienza una nueva etapa con M-Sport, de la que saldrán dos ganadores para participar en el Campeonato de Francia de 2017 con sendos Ford Fiesta R2 ‘light’ (motor de serie y suspensiones no ajustables para reducir costos). El ganador pasará al siguiente escalón, descubrir el Mundial de Rallyes con un R2 (esta vez uno de los R2 con motor 1.0 turbo) para si todo va bien, llegar al escalón final que será competir con un Ford Fiesta R5 siempre y cuando los resultados lleguen.
La iniciativa viene de la mano de Nicolas Bernardi, ex-ganador de esta misma selección en 1995 y actualmente manager de Eric Camilli, el cual aprovechó su relación con Malcolm Wilson para resucitar el Rallye Jeunes FFSA. En cuanto al empresario británico, además de los intereses comerciales, también ve en esta selección la oportunidad de tener jóvenes pilotos competitivos y bien formados en el futuro para su equipo en el Mundial. De nuevo, Francia nos muestra el camino.
Foto | Rallye Jeunes FFSA
Vía | AUTOhebdo (edición impresa)
